Se cumplen 20 años del horror de los atentados del 11-S

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
11/09/2021 - 11:00
Atentados 11-S

Lectura fácil

Todos recordamos a la perfección dónde estábamos el 11 de septiembre de 2001. En mi caso tenía 11 años cuando aprovechaba los últimos días de veraneo viendo la televisión en la sobremesa con mis amigos de la urbanización mientras nuestros padres charlaban alrededor de la mesa y un ventilador. Tal fue nuestro asombro al ver aquellas imágenes que los adultos se levantaron corriendo de la mesa y las risas del encuentro pasaron a un segundo plano en un abrir y cerrar de ojos.

Los atentados del 11-S fueron unos horrendos ataques terroristas que dejaron a todo el planeta sumido en medio de una tragedia, caos y desolación que abrió una brecha en la guerra de EE.UU. contra el terrorismo que aún 20 años después continúa abierta.

Los atentados del 11-S se cobraron la vida de casi 3.000 personas

El horror que cambió el modo de concebir la seguridad en occidente se apoderó de EE.UU. y del mundo entero.

A las 8.48 h (hora local, 14.48 h en España) el primer avión del 11-S se estrellaba contra una de las Torres Gemelas, situadas en el sur de la isla de Manhattan y que albergaban el Word Trade Center, uno de los complejos financieros más señeros del capitalismo. El aparato, un avión comercial procedente de Boston fue lanzado contra el rascacielos situado más al norte.

Un poco más tarde, cuando apenas empezábamos a digerir esa primera imagen que llegaba a los telediarios mundiales, a 9.06 h (15.06 h) un segundo avión se estrellaba contra la segunda torre del complejo. Las explosiones de los aviones originaron sendos incendios en las torres, cuyas llamas podían verse desde las avenidas centrales de Manhattan, mientras que las columnas de humo se divisaban en varios kilómetros a la redonda.

La Casa Blanca, el Capitolio y otras importantes instalaciones americanas fueron evacuadas de inmediato.

Pero eso no quedó ahí, a las 9.45 h (15.45 h) un avión de American Airlines, caía sobre el helipuerto del edificio del Departamento de Defensa, el Pentágono, en Washington. El impacto seguido de una fuerte explosión causó un espectacular incendio que hizo que la estructura del edificio se viniera abajo.

Por primera vez en la historia, las fuerzas armadas tomaron el control de todos los aeropuertos del país y cancelaron todas las operaciones aéreas. De esta manera, los radares militares detectan a diversos aviones que hicieron caso omiso a la restricción de vuelos.

Sobre las 10.05 h (16.05 h) la torre sur del World Trade Center neoyorkino se vieno abajo. El desplome causa el pavor de los millares de curiosos que contemplaban el siniestro. El gobernador y el alcalde de Nueva York ordenan de inmediato el desalojo de la isla de Manthatan para facilitar las tareas de rescate de las víctimas.

Acto seguido, a las 10.30 h (16.30 h) la torre norte del Word Trade Center cae en medio de una densa nube de polvo que envuelve la ciudad de los rascacielos.

Pese a la alerta federal y la orden de evacuación de todos los edificios de la administración en Nueva York, Washington, Chicago y Miami, la policía no puede hacer nada para evitar la explosión de un coche-bomba que estalló a la puerta de la sede del Departamento de Estado, en Washington, unas dependencias que ya habían sido evacuadas.

Diez minutos después, un Boeing 757 de United Airlines que cubría el vuelo 93 de Newark (Nueva Jersey) a San Francisco cae a tierra en el condado de Somerset, en Pensilvania. Los pasajeros de este vuelo, decidieron rebelarse contra los secuestradores y en el forcejeo llevaron al avión a entrar en barrena sobre Pensilvania, frustrando así el supuesto plan de estrellar la aeronave en el edificio de Capitolio en Washington.

Una jornada de pesadilla para la ciudad de Nueva York, que perdió a miles de personas en pocas horas

Una jornada de pesadilla también para todos aquellos que pasamos el día pegados a nuestro televisor viendo cómo toda esa gente corría para intentar salvar su vida, así como a policías y bomberos completamente cubiertos de polvo y qué decir de todas aquellas víctimas a las que vimos saltar por las ventanas de las torres afectadas por el 11-S. Fueron unas 200 personas, se desconocen muchos de sus nombres y las imágenes de sus desesperadas decisiones aún son hoy un tabú en EE.UU.

Políticos y medios de comunicación decidieron mostrar únicamente la cara heroica de la tragedia durante semanas, quizás para paliar el horror que causaron los telediarios aquel fatídico día. Las imágenes que se enseñaron al mundo de las consecuencias de las fatales colisiones de dos aviones comerciales cargados de pasajeros contra las Torres Gemelas fueron en su mayoría de bomberos, policías y ciudadanos corrientes arrimando el hombro 'como un solo hombre' para salir del atolladero. Sin embargo, en mi cabeza siguen grababas aquellas imágenes de pánico y terror de gente intentando no sufrir.

La icónica fotografía de Drew, conocida como Falling Man (hombre cayendo), fue publicada por muchos medios de comunicación en los días posteriores a la tragedia. Después desapareció. Los periódicos estadounidenses que decidieron publicarla aquellos días, entre ellos The New York Times, se vieron inundados de quejas y acusaciones acerca de, en opinión de sus lectores, la invasión de la privacidad y explotación de la muerte de una persona.

Más tarde, las Torres Gemelas dejaron de aparecer en series o películas.

Poco se sabe de aquellas personas que tomaron una decisión irreversible aquella fatídica mañana del 11-S en Manhattan. Los cuerpos no pudieron ser recuperados tras el derrumbe de las torres. En relación al número de fallecidos, según el diario The New York Times, fueron medio centenar, basándose únicamente en lo que vieron sus reporteros aquel día. Según otro periódico, en este caso el USA Today, la cifra, tomando como fuentes a sus periodistas, testigos y cintas de vídeo, fueron cerca de 200, un dato que oficialmente nunca han desmentido por las autoridades. Tomando esta última cifra como cierta, podría decirse que entre un 7 y un 8 por ciento de las 2.602 personas que murieron por los atentados (sin contar las que fallecieron en los aviones) saltaron al vacío desde el World Trade Center.

Desde aquí, 20 años después, queremos recordar a todos ellos. Son el recuerdo de un atentado que marcó un punto y aparte en la política mundial.

Añadir nuevo comentario