Lectura fácil
Barcelona, 25 feb (EFE).- La farmacéutica catalana Almirall ganó 77,67 millones en 2018 y dejó atrás las pérdidas registradas en 2017, cuando sus números rojos se elevaron hasta los 303,9 millones de euros.
En 2017, Almirall registró esas pérdidas fundamentalmente por las provisiones que tuvo que llevar a cabo por los problemas de su filial estadounidense Aqua, pero el año pasado la compañía ya recuperó la senda positiva.
En una comunicación a la CNMV, el supervisor bursátil español, Almirall ha asegurado que el resultado neto normalizado fue de 88,2 millones, frente a los 27,1 millones de 2017.
Almirall sumó una cifra de negocio de 811 millones en 2018, un 7,3 % más, de los cuales 756,9 millones corresponden a ingresos por ventas, que aumentaron un 10,7 %, impulsados por el negocio de dermatología médica.
En cuanto al Ebitda o beneficio bruto de explotación, alcanzó los 209,5 millones, un 47,3 % más.
La farmacéutica catalana está controlada por los hermanos Gallardo y tiene como consejero delegado al belga Peter Guenter.
En un comunicado, el primer ejecutivo de esta farmacéutica ha asegurado que 2018 fue un año "excelente" para Almirall, un ejercicio que estuvo marcado por la adquisición de un paquete de productos de dermatología médica a la estadounidense Allergan.
En cuanto a las perspectivas para 2019, ha asegurado que esperan un crecimiento de los ingresos totales de "un doble dígito bajo" y situar el Ebitda entre los 290 y los 300 millones.
Almirall cerró 2018 con 86,3 millones en caja y con una deuda financiera de 548,7 millones, lo que supone un 23 % de sus activos, mientras que destinó a I+D un total de 87,6 millones, "en línea con 2017", apunta la compañía.
La compañía catalana tiene grandes esperanzas puestas en su negocio dermatológico, con productos como Skilarence, para tratar psoriasis en placa de moderada a grave, o Ilumetri, un anticuerpo monoclonal para el tratamiento de pacientes adultos con psoriasis en placa de moderada a grave.
Añadir nuevo comentario