
Lectura fácil
La angina de pecho es un dolor en el pecho causado por la falta de oxígeno en el corazón, generalmente debido a un bloqueo en las arterias coronarias. Es común en personas con enfermedades cardíacas, como la aterosclerosis. En España, las enfermedades cardiovasculares afectan a más de 11 millones de personas y son la principal causa de muerte. Aunque el dolor puede confundirse con problemas digestivos o estrés, es importante buscar atención médica si se presenta con frecuencia o empeora. Un diagnóstico temprano puede prevenir problemas más graves, como un infarto.
¿Qué es la angina de pecho?
La angina de pecho es un dolor que se siente cuando el corazón no recibe suficiente oxígeno, normalmente por un estrechamiento o bloqueo de las arterias coronarias. Es un motivo frecuente para acudir a emergencias médicas y puede ser un signo de problemas cardíacos, como la aterosclerosis. Las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en España, afectando a más de 11 millones de personas, casi un 25 % de la población.
Este tipo de dolor se confunde a menudo con otros, como malestares digestivos o estrés. Es importante no ignorarlo, sobre todo si es recurrente o empeora con el tiempo. Un diagnóstico temprano puede prevenir problemas graves, como un infarto.
El doctor Rafael Florenciano explica que la angina se siente como una presión en el pecho, que puede irradiar al brazo izquierdo, la mandíbula o la espalda. Generalmente ocurre al hacer ejercicio o en situaciones de tensión emocional, cuando el corazón necesita más oxígeno.
Tipos y características de cada tipo
La angina de pecho se clasifica en tres tipos principales, cada uno con características propias, según el cardiólogo Antonio Castro:
- Angina estable: Es la forma más común y predecible. Se presenta con el esfuerzo físico o el estrés, y desaparece con reposo o medicación.
- Angina inestable: Es más grave e impredecible. Puede ocurrir en reposo y durar más de 20 minutos, lo que la convierte en una urgencia médica.
- Angina de Prinzmetal: Provocada por espasmos en las arterias coronarias, suele ocurrir en reposo, especialmente por la noche.
El origen de la angina de pecho está generalmente relacionado con la enfermedad coronaria, que sucede cuando las arterias del corazón se bloquean o estrechan por la acumulación de placas de colesterol. Además, factores como el ejercicio intenso, el frío extremo o comidas copiosas pueden desencadenar el dolor.
Los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, fumar, la hipertensión, niveles altos de colesterol, diabetes, obesidad y estrés emocional constante. Las mujeres pueden experimentar síntomas atípicos, como dolor en la mandíbula, cuello o espalda, en lugar de la clásica presión en el pecho.
¿Cómo se previene y se trata?
La prevención de la angina de pecho implica adoptar hábitos de vida saludables. Es importante evitar el tabaco, llevar una dieta equilibrada, controlar el peso y hacer ejercicio regularmente. Además, se debe prestar atención a la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa, especialmente si existen antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
El tratamiento depende de la gravedad de la angina de pecho e incluye medicamentos como nitratos, betabloqueantes y antagonistas del calcio, que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo y reducir la demanda de oxígeno del corazón. En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico, como la colocación de stents o un bypass coronario.
El consumo de tabaco tiene un impacto negativo significativo sobre la salud del corazón, incrementando el riesgo de angina, infarto de miocardio, ictus e incluso muerte súbita. Si experimentas dolor en el pecho de forma recurrente o si se intensifica, es importante buscar atención médica.
Mantener un estilo de vida saludable y controlar los factores de riesgo son clave para proteger la salud del corazón y evitar complicaciones graves.
Añadir nuevo comentario