Lectura fácil
Mafra (Portugal), 7 feb (EFE).- Los jefes de Estado de España, Portugal e Italia defendieron hoy las ventajas que implica la automatización de la economía y el desarrollo tecnológico, pero hicieron un llamamiento para compaginarlos con los valores europeos y la protección de los derechos de los trabajadores.
Los presidentes portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, e italiano Sergio Mattarella, y Felipe VI analizaron la incidencia de las tecnologías en el ámbito laboral durante su intervención en la XII cumbre Cotec Europa celebrada en el Palacio Nacional de la localidad portuguesa de Mafra, a unos 40 kilómetros de Portugal.
El foro, al que el rey español acudió acompañado por su padre, Juan Carlos I, se desarrolló con el título "Empleo 4.0. Repensando la alianza entre el hombre y la tecnología" y en el también intervino el comisario europeo de Investigación, Carlos Moedas.
Felipe VI admitió que el cambio tecnológico genera preocupación en los ciudadanos por su posible efecto negativo en el empleo, si bien subrayó que este temor no puede "justificar en ningún caso posiciones extremas".
Entre "el miedo que paraliza y el optimismo que puede incitar a la despreocupación", Felipe VI apostó por "un término medio realista y proactivo", tras recordar que las anteriores revoluciones industriales generaron precariedad en un inicio, pero acabaron creando mejores trabajos.
El jefe de Estado español defendió adaptar mejor el modelo educativo a las necesidades que impone una economía cada vez "más automatizada" y a las ventajas competitivas que el ser humano tiene frente a las máquinas y robots.
En su opinión, más que en la especialización, como se ha hecho hasta ahora, la enseñanza debería poner el acento en "las ventajas competitivas del ser humano", en la adaptación al cambio y en reforzar "las habilidades digitales".
"Si formamos a nuestros jóvenes con el único fin de que desempeñen un número limitado de funciones, nos estaremos equivocando, pues comprometeremos su empleabilidad y también su integridad", dijo el rey de España.
A su juicio, a día de hoy, pocos puestos de trabajo "son completamente sustituibles por máquinas", pero "muchas de las tareas de los empleos actuales pueden ser objeto de automatización".
Por ello, insistió en poner en valor lo que el hombre puede aportar frente a la máquina: "Sin filosofía, ética, pedagogía, psicología, sociología o antropología y, por su puesto, sin educadores y formadores adecuados, será imposible la transformación social".
Rebelo de Sousa defendió la necesidad de contar con una Unión Europea (UE) actualizada que pueda acompañar el avance tecnológico y, así, "maximizar las ventajas y minimizar las debilidades".
"Nada parará el cambio, pero podrá ser más o menos rápido, más o menos duradero, o más o menos justo en la medida en que sea acompañado, por no decir anticipado, por una UE 4.0, un sistema político 4.0 y unos sistemas sociales 4.0", sostuvo.
Si el sistema político no se acompasa al económico, "entorpecerán el ritmo del futuro", presagió el anfitrión de la cumbre.
Mattarella, por su parte, recomendó a la UE apostar por el desarrollo tecnológico sin "eliminar los valores fundamentales" de la sociedad en los que se ha basado la construcción europea.
Encontrar el equilibrio para que la transformación digital no suponga "un cambio radical del mercado de trabajo" y no perjudique a los trabajadores es uno de los asuntos "más delicados" que tiene por delante los socios europeos, según el presidente italiano.
"Al frente de este salto de calidad, cuyos efectos en la sociedad aún tienen que ser evaluados, lo importante para las instituciones es saber acompañar" para que "se protejan los sectores sociales involucrados en la transformación", añadió Mattarella.
El encuentro Cotec Europa tuvo lugar en uno de los patios del imponente Palacio de Mafra, construido a principios del siglo XVIII como símbolo del poderío de Portugal en aquella época.
Tras las diversas mesas redondas que precedieron a los discursos, el foro concluyó con un almuerzo en el palacio al que asistieron los tres jefes de Estado y los responsables de las fundaciones de Cotec de España, Portugal e Italia.
También estuvieron destacados empresarios como el presidente de Repsol, Antoni Brufau, y el consejero ejecutivo del BBVA, José Manuel González-Páramo.
Juan Carlos de Borbón acompañó desde Madrid a Felipe VI para seguir el desarrollo de una cumbre que él mismo promovió en 2005 para fortalecer la cooperación entre España, Italia y Portugal en materia de innovación.
Añadir nuevo comentario