La Diada de Cataluña pierde fuelle y marca mínimo de asistencia en 7 años

En mitad de la crisis política en Cataluña, la capacidad de movilización independentista para la Diada ha perdido poder este año. A las puertas de la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del proceso soberanista, la manifestación de ayer era mucho más simbólica de lo normal. Sin embargo, el bajonazo en su convocatoria puso en evidencia que cada vez más catalanes se están cansando de hablar de independencia.

Los llamamientos a la unidad de los partidos y la demanda de una estrategia institucional fueron la tónica de la jornada después de semanas de reproches entre Junts per Cataluña y ERC, pero también entre sus líderes, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, más lejos que nunca.

La cifra más baja de asistentes desde 2012

Sin estrategia unitaria, ni objetivo político nítido en el horizonte más que esperar la notificación del fallo del 1-O, las calles de Barcelona volvieron a llenarse con la convocatoria de la Assemblea Nacional Catalana, aunque las 600.000 personas en las que se cifró la asistencia la Guardia Urbana fue la más baja desde la explosión soberanista del 2012.

A riesgo de que la desafección se instale en el independentismo, los partidos se han autoimpuesto la ya denominada “paz de Ginebra”. “Hemos de volver a ganarnos la credibilidad”, “lo más importante es que escuchemos el llamamiento a la unidad. Es una exigencia”, subrayó el president Quim Torra en RAC1 tras la manifestación.

La ANC ya prepara un calendario de paros en Cataluña como respuesta a la sentencia del TS

Desde hace semanas se debate la mejor manera de dar una respuesta a la sentencia que vaya más allá del independentismo e implique a entidades de la sociedad civil, Generalitat, Parlament y ayuntamientos.

Al parecer, las propuestas sobre la mesa van desde la convocatoria electoral en Cataluña que defiende ERC a la estrategia de confrontación que propugna Carles Puigdemont dando por agotada la vía del diálogo con el Estado.

En este sentido, Torra también descarta las elecciones: “no me parece la mejor vía sea ir a elecciones porque promueven la confrontación política entre nosotros. No parece que sea la fórmula”.