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El 70 % de la población española y el 51 % de los municipios de España han experimentado un aumento de temperaturas superior a 1,5 grados en los últimos 60 años, con lo que han superado el umbral crítico fijado por el Acuerdo de París para evitar los peores efectos del cambio climático. En la región mediterránea los efectos del calentamiento global avanzan más rápido.
Suben las temperaturas 1,5 grados de media desde 1960
El cambio climático ya está aquí. Y lo peor es que ha llegado para quedarse. Así se recoge en el último informe del Observatorio de Sostenibilidad, que cruza por primera vez la población española con análisis de temperatura por municipios en las últimas seis décadas al comparar dos décadas: 1961-1970 y 2009-2018. Los datos proceden del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo.
El estudio ha cruzado las mediciones de temperatura del satélite europeo Copernicus con los datos de la población española. Así, la mitad de la superficie española y el 30 % de la población ha experimentado, en los últimos 60 años, aumentos del mercurio de entre 0 y 1,5 grados de media; y el 70 % de la población y la otra mitad del territorio ha sufrido crecimientos de entre 1, 5º y 3 grados. Apenas nueve kilómetros de la península han visto cómo las temperaturas medias subían más de 3 grados de media: se trata de pequeños pueblos del Pirineo oriental.
Los territorios más afectados por el aumento de temperaturas son las áreas de las mesetas interiores y algunas zonas de la cordillera cantábrica. El valle del Ebro también se ha visto fuertemente afectado, así como las Islas Baleares a merced de un Mediterráneo recalentado, y las provincias andaluzas de Sevilla y Cádiz, donde en verano las temperaturas pueden alcanzar hasta los 50 grados centígrados.
Aunque parezca que la subida es insignificante, las consecuencias que esta tiene son demoledoras para muchas de las actividades de nuestro país. En la agricultura, con el cambio en los ciclos de maduración y floración; en los ecosistemas, desatando reacciones en cadena que ponen en peligro la biodiversidad; y en nuestro propio confort térmico, con olas de calor durante el verano cada vez más intensas que se llevan la vida de cada vez más personas. Más calor durante todo el año tiene, también, efectos en el agua con el que contamos, aumentando la evapotranspiración.
Fernando Prieto, del Observatorio de Sostenibilidad, apunta que “el calentamiento no se distribuye igual por todo el territorio, no sube igual en todo el planeta ni en toda España y, por ello, es muy importante determinar cuáles son los puntos donde más se ha registrado este aumento de temperaturas para iniciar actividades de adaptación”.
Las consecuencias del aumento de temperaturas desorbitadas en España
Todo esto llevaría a una vuelta sin retorno que provocaría en España consecuencias catastróficas a niveles superiores, como, por ejemplo, las mencionadas por Greenpeace:
- ALTERACIÓN DE ESPECIES AUTÓCTONAS. Uno de los efectos más directos del cambio climático en nuestro país es la desaparición o alteración de los ecosistemas.
- APARICIÓN DE ESPECIES INVASORAS. El aumento de temperaturas hará posible la proliferación de especies exóticas.
- ALTERACIÓN SOBRE LA ECONOMÍA. La alteración de las especies que habitan en nuestra geografía tiene consecuencias directas sobre los sectores económicos que dependen de ellas.
- SUBIDA DEL NIVEL DEL MAR E INUNDACIONES. Además de la subida del nivel del mar a consecuencia del cambio climático, durante la segunda mitad del siglo, hasta 202 hectáreas de terreno de costa se encontrarán en riesgo de inundación.
- LOS INCENDIOS DEL FUTURO. El aumento de temperaturas medias y la disminución de las precipitaciones crearán el caldo de cultivo ideal para los incendios forestales, especialmente en las zonas de alta montaña.
- RIESGOS PARA LA SALUD. El cambio climático también presenta riesgos para la salud. En primer lugar, las olas de frío y calor extremo serán más extremas y duraderas, por lo que previsiblemente se cobrarán más vidas. Además, el incremento de la temperatura favorecerá las condiciones de habitabilidad de varios tipos de mosquitos, así como su capacidad de transmitir enfermedades infecciosas.
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