Las mejores claves para minimizar la discapacidad en los bebés prematuros

En España nacen cada año unos 20.000 niños prematuros, y una parte de ellos, especialmente los nacidos muy prematuramente, puede sufrir secuelas a largo plazo. La prematuridad aumenta el riesgo de desarrollar discapacidades, como trastornos del desarrollo (TDAH, TEL, autismo) y otros problemas. Entre los nacidos antes de las 28 semanas de gestación, entre el 5 % y el 15 % presenta secuelas motoras, cognitivas, sensoriales o conductuales.

Alrededor de 20.000 bebés prematuros se enfrentan a secuelas

Cada año en España nacen aproximadamente 20.000 bebés prematuros, y una parte significativa de ellos, especialmente los nacidos muy temprano, enfrentan secuelas a largo plazo.

La prematuridad es un factor clave para el desarrollo de discapacidades, tanto en el momento del nacimiento como más adelante, a través de trastornos como el TDAH, TEL o el autismo. En el caso de los nacidos extremadamente prematuros (antes de las 28 semanas), entre el 5 % y el 15 % presenta secuelas motoras, cognitivas, sensoriales o conductuales.

En las últimas dos décadas, el número de nacimientos de bebés prematuros ha aumentado debido a los avances en la medicina neonatal, lo que, aunque ha mejorado la supervivencia, también ha incrementado el riesgo de discapacidad a futuro.

La Fundación NeNe, dedicada a la investigación y sensibilización sobre los problemas neurológicos de los recién nacidos, destaca que, con los recursos adecuados, se podrían reducir las tasas de discapacidad entre estos niños. Según su vicepresidente, Simón Lubián, "invertir en la salud infantil es la clave para mejorar la salud general de la población, y esto solo es posible si se promueve la investigación en pediatría".

La Fundación subraya la necesidad de conocer mejor las alteraciones del desarrollo cerebral que causan estas secuelas para prevenirlas y tratarlas de manera eficaz.

Lesiones cerebrales y otras dificultades

El riesgo de que un bebé prematuro desarrolle una discapacidad depende de varios factores, como la semana de gestación en la que nace. Según Juan Arnáez, director de la Fundación NeNe, los bebés nacidos más cerca del término tienen menos probabilidades de sufrir secuelas que los nacidos muy prematuramente.

Los avances en neonatología han reducido algunas discapacidades, como la parálisis cerebral, pero los trastornos cognitivos siguen siendo comunes en bebés prematuros, como dificultades en el aprendizaje y la atención. Estas secuelas suelen estar relacionadas con lesiones cerebrales por falta de oxígeno o sangrados, y el impacto de desarrollarse fuera del útero.

Para mejorar el desarrollo cerebral de los bebés prematuros, se promueven prácticas como el contacto piel con piel, la lactancia materna y un entorno controlado en las unidades neonatales. Estas medidas ayudan a reducir el riesgo de problemas cognitivos y conductuales, como el TDAH o el autismo.

¿Cómo se puede reducir estos efectos?

Juan Arnáez destaca que, para reducir la discapacidad en bebés prematuros, es crucial mejorar la atención tras el alta hospitalaria. Los profesionales deben estar mejor especializados, especialmente en neonatología, y la transición a casa debe ser planificada y acompañada por un equipo multidisciplinario. El seguimiento debe incluir no solo la parte neuroevolutiva, sino también aspectos como nutrición y respiración.

Además, la atención temprana debe ser especializada, pero en muchas comunidades está saturada. Los colegios también deben formar a los educadores sobre los riesgos de desarrollo en estos niños. Arnáez subraya que el acceso a estos recursos debe ser universal, ya que la desigualdad socioeconómica afecta negativamente la evolución de los bebés prematuros.