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Washington, 5 abr (EFE).- A una semana de la Cumbre de las Américas de Perú, los ministros encargados de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) buscan un golpe de efecto para revivir el pacto entre Canadá, México y Estados Unidos.
La ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland; el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, se han dado cita en Washington para impulsar un acuerdo.
Lighthizer ha convocado a sus dos pares en un encuentro que no figuraba en la agenda, con la intención de ver si es posible dar un empujón a unas conversaciones que comenzaron en agosto de 2017 y llevan ya siete rondas de encuentros sin avances sustanciales.
El representante estadounidense, que ha criticado duramente a Canadá y México por no querer dejar atrás sus "privilegios" dentro del pacto que está en vigor desde 1994, se vio este miércoles con Guajardo y hoy tiene programado hacerlo con Freeland, para sostener un encuentro trilateral mañana viernes en Washington.
"El gobierno de México ratifica su compromiso de participar en las mesas de negociación del acuerdo comercial con un ánimo de seriedad y diálogo constructivo, con el fin de avanzar en beneficio de las tres naciones", señaló la Secretaría de Economía de México en un comunicado.
La pasada semana, Lighthizer remarcó que "si hay un esfuerzo real para tratar de cerrar y alcanzar un compromiso" es optimista de que se pueda "alcanzar algo en principio en los próximos días".
El objetivo de EEUU, adelantado por Bloomberg, es lograr algún tipo de "acuerdo preliminar" que pueda ser presentado en la Cumbre de las Américas del 13 y 14 de abril en Perú, donde estarán presentes los presidentes Enrique Peña Nieto, de México; Donald Trump, de EEUU, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
"Todo es posible si existe la voluntad política. Hasta ahora, no la ha habido", indicó a Efe Eric Farnsworth, vicepresidente del centro de estudios Council of the Americas.
Trudeau dio hoy muestras de confianza al recalcar que se está "en un momento en el que se avanza de forma significativa" en las negociaciones y que esperan tener "próximamente buenas noticias".
"Ahora mismo, estamos teniendo un momento muy productivo", agregó el primer ministro canadiense en la ciudad de Quebec, aunque también señaló que "en este tipo de negociaciones" hay momentos en los que se avanza más que en otros.
De igual modo se expresó el propio Trump, quien en una mesa redonda en Virginia Occidental afirmó hoy que espera que haya un anuncio "bastante pronto" sobre el TLCAN.
No obstante, precisó a continuación que "no hay prisa", al comentar sus conversaciones con asesores que habían propuesto alcanzar un acuerdo de principio que se pudiese anunciar la próxima semana.
"O lo hacemos bien o lo finalizamos", remarcó Trump.
El Gobierno de Estados Unidos parece haber relajado ligeramente sus exigencias acerca del porcentaje de componentes automovilísticos que deberían ser estadounidenses, uno de los capítulos de mayor fricción para alcanzar un acuerdo.
Incluso el mandatario estadounidense, habitualmente muy crítico con su vecino del sur, hoy aplaudía a las autoridades mexicanas por haber disuelto una "caravana" de inmigrantes centroamericanos antes, dijo, de que causara "una gigantesca escena" en la frontera.
A la presión del calendario político, con México entrando ya en plena campaña para las elecciones presidenciales, que tendrán lugar en julio, se ha sumado la vuelta de tuerca proteccionista adoptada por Washington, con la imposición de aranceles al acero y al aluminio, de los que ha eximido por ahora México y Canadá mientras se renegocia el TLCAN.
Farnsworth, experto del Council of the Americas, advirtió que "esta amenaza de aranceles sin acuerdo tampoco ayuda, ya que crea la impresión de que los socios del TLCAN están negociando bajo coerción, algo que nunca es bueno desde una perspectiva política".
Dos días atrás, Trump había vuelto a cargar contra el gobierno de Peña Nieto, acusándolo de ineficacia.
"México está haciendo muy poco, si no es que NADA, para evitar que la gente llegue a México a través de su frontera sur y, luego, a Estados Unidos. Se ríen de nuestras tontas leyes de inmigración. Tienen que acabar con el gran flujo de droga y gente o voy a acabar con TLCAN. ¡NECESITAMOS UN MURO!", señaló el domingo pasado en uno de sus habitual arrebatos de ira en Twitter.
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