El impacto del “boom” tecnológico en la comprensión lectora y su repercusión en el éxito escolar

La comprensión lectora de niños españoles, según el informe PIRLS 2021, ha disminuido en siete puntos en cinco años, ubicándose en el puesto 21 de 57 países evaluados. Este declive se atribuye al impacto tecnológico agravado por la pandemia. Expertos advierten sobre consecuencias graves como el fracaso escolar y la falta de pensamiento crítico. La situación refleja el claro impacto de la crisis sanitaria en el rendimiento lector global.

El fracaso escolar puede tener consecuencias muy graves

La lectura, derivada del latín legere, está perdiendo relevancia entre las nuevas generaciones, según la Real Academia Española. El impacto tecnológico, agravado por la pandemia, ha causado un importante deterioro en la comprensión lectora de niños españoles. 

Los expertos advierten sobre consecuencias graves, desde el fracaso escolar hasta la ausencia de pensamiento crítico. En cinco años, los estudiantes de 9 a 10 años han disminuido siete puntos en comprensión lectora, situándose en el puesto 21 de 57 países evaluados. La crisis sanitaria ha exacerbado esta tendencia, afectando la capacidad de lectura y comprensión oral.

La pandemia, con confinamientos y mascarillas, ha afectado el desarrollo del lenguaje en niños. Además, la inmediatez y entretenimiento constante de las nuevas tecnologías han impactado negativamente en el desarrollo lingüístico de los jóvenes. La digitalización en las escuelas ha contribuido a este problema, disminuyendo el uso de materiales educativos analógicos. 

Aunque las tecnologías pueden ser útiles, su uso excesivo afecta la capacidad de atención y la calidad de la lectura. La competencia de dispositivos móviles, diseñados para captar la atención con estímulos constantes, ha desplazado el tiempo dedicado a la lectura.

Datos revelan que un 64 % de niños en España pasa más de tres horas frente a pantallas durante la semana, y ocho de cada diez destinan casi cinco horas diarias a dispositivos tecnológicos los fines de semana. Los adultos también enfrentan un exceso de tiempo frente a pantallas, superando incluso las horas de sueño. La situación refleja una urgente necesidad de equilibrar el uso de tecnologías y fomentar la lectura para preservar las habilidades cognitivas y la atención.

La comprensión lectora tiene consecuencias graves

El impacto negativo en la comprensión lectora tiene consecuencias graves y directas, siendo el abandono escolar una de las más destacadas. Carme Anglès destaca que "la lectura es la base del éxito o el fracaso escolar", y según Llorenç Andreu, en el sistema educativo, los niños primero aprenden a leer y después aprenden leyendo. Ambos coinciden en que una menor comprensión lectora lleva a más frustración, menor nivel educativo, menos oportunidades laborales y menores ingresos, teniendo un impacto significativo en la vida y desarrollo de la persona, según el profesor de Psicología y Ciencias de Educación de la UOC.

Anglès subraya que la competencia lectora es esencial para el desarrollo del pensamiento crítico, siendo una herramienta fundamental para diferenciar información veraz de la manipulada. A nivel psicológico y emocional, la pérdida de competencia lectora afecta indirectamente al vocabulario, capacidad de expresión y comprensión de las emociones. La lectura, además, actúa como una herramienta de regulación emocional, permitiendo expresar problemas con detalle y profundidad.

Los expertos insisten en la involucración por parte de la comunidad educativa

Ante la complejidad del problema, los expertos coinciden en la necesidad de involucrar a toda la comunidad educativa: familias, docentes y alumnos. La adicción a la tecnología, también presente en adultos, se refleja en las conductas de los niños, creando un ciclo perjudicial, según Llorenç Andreu. Más de uno de cada tres españoles admite no leer nunca o casi nunca, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2022.

La solución, según Carme Anglès, no implica retroceder, sino adaptarse a los nuevos tiempos mediante políticas específicas y programas de buenas prácticas. Destaca la importancia de capacitar a los docentes, fortalecer el rol del profesor de lectura y considerar la lectura como un enfoque interdisciplinario. Para Andreu, abordar el problema desde las primeras etapas educativas, enfocándose en las habilidades del lenguaje oral en la educación infantil, sería fundamental. Esto no solo fortalecería las bases para la lectura y escritura, sino que también beneficiaría el desarrollo general del lenguaje.