La reducción de 1.000 pisos en 2023 y la estancación del sector de la construcción en un 5 % del PIB

En España, la construcción de nuevos inmuebles se considera una solución para el problema de la vivienda. Sin embargo, las autorizaciones de obras nuevas disminuyeron el año pasado en alrededor de 1.000 viviendas, lo que refleja el estancamiento del sector inmobiliario. La contribución a la economía española ha disminuido gradualmente desde la crisis de la burbuja inmobiliaria, llegando al 5 %. A pesar de ello, las autoridades están trabajando para aumentar el número de viviendas disponibles.

La construcción de nuevos inmuebles: El problema actual español

En el complejo panorama de la vivienda en España, la construcción de nuevos inmuebles ha sido una fórmula recurrente para abordar la problemática. Sin embargo, los datos recientes revelan una tendencia contraria a la esperada: en el último año, la autorización de obras nuevas experimentó una reducción de cerca de 1.000 viviendas, evidenciando un estancamiento en el sector del ladrillo.

El peso de la construcción en la economía española ha ido disminuyendo gradualmente desde la crisis de la burbuja inmobiliaria, alcanzando aproximadamente el 5 %. A pesar de los esfuerzos conjuntos de las administraciones por ampliar el parque de vivienda, la actividad constructiva sigue mostrando signos de debilidad.

En 2023, se otorgaron en España 107.934 visados de obra para la construcción de viviendas, según cifras del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. La mayoría de estos proyectos, un 77,87 %, corresponden a apartamentos en bloque (84.049 viviendas, un aumento del 1,14 % respecto al año anterior), mientras que un 22,09 % fueron casas unifamiliares (23.844, representando una disminución del 7,27 % respecto al año previo). La superficie media de estas nuevas viviendas fue de 108,6 metros cuadrados para los apartamentos y 195.6 metros cuadrados para las casas unifamiliares.

A pesar de estos datos, el número total de visados de obra para nuevas viviendas concedidos el año pasado fue un 0,91 % inferior a los 108.923 proyectos validados en 2022. Aunque la caída fue leve, marca el primer descenso en dos años después de la recuperación del impacto inicial de la pandemia. Desde 2020, la creación de viviendas se ha mantenido estancada en torno a las 108,000 unidades, con variaciones anuales mínimas, inferiores al 1 %.

Una recuperación en plena crisis inmobiliaria

El sector ha experimentado una recuperación significativa en la última década tras la crisis inmobiliaria. En 2013, apenas se validaron 34.288 nuevas viviendas, comparado con los proyectos visados solo en los últimos cuatro meses de 2023, que representan un aumento del 13,3 % respecto al año anterior.

A pesar de esta mejora, el volumen actual está lejos de las más de medio millón de viviendas anuales durante el auge inmobiliario. La oferta no cubre los 200.000 hogares que se forman cada año, según la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2023.

La escasez de viviendas nuevas ha elevado los precios. Según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del INE, los precios de las viviendas nuevas aumentaron un 11 % en el tercer trimestre de 2023 en comparación con el año anterior, mientras que las de segunda mano subieron un 3,2 %. Este aumento se ha mantenido a lo largo del año, sin signos de desaceleración.

Un ligero aumento que no salva al sector

El impulso para reactivar el sector inmobiliario en España es evidente, con el gobierno y las administraciones locales trabajando en diversas iniciativas. Recientemente, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana anunció acuerdos de 22.242 viviendas, superando las expectativas previstas.

Además, se están movilizando 4.000 millones de euros en préstamos para promotores públicos y privados, con el objetivo de construir viviendas sociales y asequibles, lo que podría resultar en la creación de 40.000 viviendas.

Estas medidas buscan revitalizar un sector que ha perdido peso en la economía española desde la crisis de la burbuja inmobiliaria. Aunque la construcción representaba el 10% del PIB en los primeros años del siglo XXI, ahora su contribución se ha reducido a la mitad, situándose en torno al 5 %.

El mercado laboral también refleja este declive, con una disminución del empleo en el sector de la construcción desde 2008. A pesar del ligero aumento en el número de trabajadores en los últimos años, el envejecimiento de la mano de obra y la falta de relevo generacional representan desafíos importantes para el futuro del sector y la realización de las iniciativas gubernamentales destinadas a ampliar el parque inmobiliario.