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Los cortes de digestión es uno de los problemas más típicos del verano. ¿Se pueden prevenir? ¿Sabrías cómo actuar ante alguno de estos problemas? Conoce cómo hacerlo con estas sencillas medidas de prevención.
En el corte de digestión, el cuerpo intenta adaptarse a los cambios
Ante un cambio de temperatura, el cuerpo intenta adaptarse y esos cambios por adaptación son los que provocan el síncope. La digestión, una ola de calor o ejercicio físico intenso son factores de riesgo.
Milagros González Béjar, doctora en Medicina y Cirugía de la Sociedad de Médicos de Atención Primaria, ha comentado en el programa de radio de EFESalud una serie de consejos de prevención para que podamos tener un verano libre de cortes de digestión.
El quid de la cuestión es el flujo de oxígeno y sangre
Podemos sufrir un corte de digestión sin estar haciendo la digestión. ¿Cómo es posible? La respuesta es simple: ni es un corte de digestión en sí, ni es problema del aparato digestivo. Se trata de una serie de cambios que se producen en el organismo como adaptación a los cambios de temperatura cuando nos sumergimos en el agua.
Los sistemas del organismo se ajustan para garantizar el flujo de oxígeno y sangre al cerebro, de forma que dejan de irrigarse otros tejidos, el corazón va más lento para intentar adaptarse a esa situación y eso como consecuencia puede dar lugar a una pérdida de conocimiento, apuntan fuentes expertas.
¿Qué tiene que ver con la digestión?
La asociación con la digestión se da porque es un factor de riesgo que puede favorecer el síncope de hidrocución. Durante la digestión, gran parte del flujo sanguíneo en vez de dirigirse a otras zonas se dirige al sistema digestivo provocando un menor flujo a nivel cerebral y haciendo que sea más fácil que se dé dicho síncope. Esto explica también que nos entre sueño después de comer.
Pero no solo depende de comer o no comer. El ejercicio físico intenso, donde gran parte del flujo se ha derivado a la musculatura, seguido de un baño en agua fría, puede estimular los receptores que hacen que el corazón frene y se produzca el síncope.
Cortes de digestión: no solo por meternos en el agua
Por lo tanto, cuando hablamos de los cortes de digestión, debe quedar claro que estos no solo se producen tras meterse en el agua, hay distintas causas.
Los síntomas principales son la sensación de náuseas, se llegue al vómito o no; la sensación de mareo y malestar y la sudoración profunda.
La digestión hace que toda la sangre confluyen en el estómago
“El trabajo de la digestión hace que toda la sangre confluyen en el estómago, con lo cual, si interrumpimos bruscamente este aporte de sangre al estómago, puede producir náuseas, dolor de cabeza, mareos, incluso que lleguemos a vomitar”, ha explicado la doctora Milagros Béjar.
“Pero esto no sólo ocurre si nos metemos al agua. Puede ocurrir si en mitad del proceso digestivo nos tomamos una cerveza muy fría, por ejemplo”, ha añadido la doctora.
¿Cómo prevenir un corte de digestión?
Podemos evitar que se generen cambios bruscos de temperatura, favoreciendo una situación adaptativa al sumergirnos para que el cuerpo se prepare. Para ello, debemos introducirnos en el agua progresivamente y no sumergir la cabeza de golpe.
Nunca debemos meternos de golpe en la piscina o el mar si hemos estado expuestos a altas temperaturas, hemos digerido una comida pesada o si hemos realizado ejercicio físico intenso.
¿Qué hacer si tenemos los síntomas?
Si tienes alguno de los síntomas expuestos, lo que hay que hacer es salir del agua, mantenerse tumbado en posición de seguridad decúbito lateral izquierdo, no exponerse al sol, ponerse a la sombra, e intentar estar tumbado para que la presión sea más homogénea y no haya que bombear diferentes territorios a la vez y fundamental la prevención.
Ahora que ya sabes la realidad sobre el falso “corte de digestión”, recuerda siempre: cuanta más grande sea la diferencia entre temperaturas más posibilidades hay tener un síncope de hidrocución, como por ejemplo un día de mucho calor y piscinas frías o ríos.
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