Hidrología inteligente para regar los cultivos de forma optimizada y sostenible

El trabajo 'Pronóstico agrícola', del proyecto 'Integrated Forecasting System for Water and the Enviroment (WATER4CAST), tiene como objetivo la mejora de gestión del sistema Júcar, para los cultivos y poder dar respuesta al impacto del cambio climático.

Dicha investigación, financiada por el programa Prometeo 2021, tiene una duración de 36 meses, y está coordinada por investigadores del IIAMA-UPV, Manuel Pulido y Félix Francés.

El estudio se basa en la evapotranspiración, un proceso fundamental en el ciclo hidrológico, que permite cuantificar el estado de las masas de agua.

Analizando un proceso del ciclo hidrológico se consigue optimizar el riego de los cultivos

Estudiando ese proceso, se puede modelar su comportamiento para poder satisfacer todas las demandas hídricas. Además, contando con información precisa para conocer las necesidades de riego de los cultivos, se consigue una gestión eficiente de dicho recurso, y más para un clima semiárido como el del mediterráneo.

“La demanda de agua para riego en el sistema Júcar es la mayor de todos los sectores económicos, haciendo un uso aproximado del 70 % de los recursos hídricos disponibles. Por ello, un mejor conocimiento sobre este uso ayudará a conocer los retornos a los acuíferos, el estado de estos, el caudal de los ríos y el hábitat para la fauna y flora”, aseveran Alberto García Prats y Miguel Ángel Jiménez Bello, responsables de esta área de trabajo e investigadores del IIAMA.

El proyecto pretenden dar una herramienta a distintas escalas de gestión hídrica, como son la Unidad de demanda agraria, la Zona Regable o la Comunidad de Regantes.

Así se pueden conocer las necesidades de riego de los cultivos con diferentes ventanas temporales, es decir, a corto plazo, subestacionales y estacionales.

La tecnología satelital que analiza los modelos atmosféricos y el uso del suelo, sirve de gran ayuda para recibir imágenes concretas para la necesidad hidrológica de los cultivos.

Esta información e imágenes satelitales cuentan con una gran resolución espacial y temporal, la proporcionan diferentes agencias medioambientales internacionales, como es Copernicus de la UE. Ellos nos muestran modelos atmosféricos y el uso del suelo que hacen los cultivos.

La tecnología satelital nos ofrecen modelos atmosféricos con información del uso del suelo

“Con la información actualizada de los cultivos existentes de la cuenca del Júcar, obtenida a través del procesado de imágenes de satélite y otra cartografía base, se obtiene su estado fenológico que, junto a la información Cagroclimática, determinan cuál debería ser la cantidad de agua a aportar a la agricultura”, explican los investigadores del IIAMA.

Todos esos datos realizan un balance energético, donde se estima el agua que se utiliza por los cultivos, así que podemos conocer el grado de estrés hídrico que sufren.

Así, la herramienta quedará integrada en un sistema de predicción integral para el Júcar, que contendrán información meteorológica, ecohidrológica, de hábitat piscícola, gestión de embalses y para los cultivos, es decir, agronómica.