Un recorrido por los 53 años de los disquetes y por sus utilidades más sorprendentes en la era digital

El 22 de enero de 1971, IBM introdujo el disquete como un nuevo medio de almacenamiento magnético para sus computadoras y otras marcas. Estos discos, que medían aproximadamente 20 centímetros, tenían una capacidad de 160 kilobytes y se vendían en paquetes. Una década después, el 18 de abril de 1981, Sony lanzó el primer disquete de 3 1/2 pulgadas, que requería ser insertado en una ranura especial en la torre del PC para almacenar archivos.

Los disquetes: Un hito en la historia de la era digital

El 22 de enero de 1971 marcó un hito en la historia de la informática cuando IBM introdujo el disquete como un revolucionario formato de almacenamiento magnético para sus equipos. Este dispositivo no solo benefició a los sistemas IBM, sino que se convirtió en un estándar para una variedad de marcas de computadoras de la época. 

Con unas dimensiones de aproximadamente 20 centímetros, el disquete ofrecía una capacidad de almacenamiento de 160 kilobytes y se comercializaba en paquetes de varias unidades.

Una década después, el 18 de abril de 1981, Sony dio un paso adelante al presentar el primer disquete de 3 1/2 pulgadas. Este nuevo formato permitía a los usuarios guardar archivos directamente desde sus computadoras, insertando el disquete en una ranura especial en la torre del PC. 

En sus inicios, estos dispositivos ofrecían una capacidad de 160 kilobytes, pero con el tiempo lograron alcanzar hasta 240 megabytes, adaptándose así a las crecientes demandas de almacenamiento.

A pesar de sus ventajas, los disquetes enfrentaron un desafío significativo: su fragilidad frente a los campos magnéticos externos, lo que eventualmente limitó su durabilidad y confiabilidad con el uso repetido.

Una herramienta indispensable dentro del mundo tecnológico

Durante su apogeo, los disquetes se convirtieron en una herramienta indispensable en el mundo de la tecnología, pero su vida útil se desvaneció lentamente a medida que avanzaba el nuevo milenio. Aunque el principal fabricante de disquetes cesó su producción en 2010, todavía hay sectores que dependen de estos dispositivos obsoletos, como la industria de moldeadores de plástico, equipos médicos, aviones y máquinas de coser.

Curiosamente, son principalmente las empresas más pequeñas las que se aferran al disquete, incapaces de modernizar sus sistemas debido a limitaciones financieras o tecnológicas. Por ejemplo, según informa Wired, Davit Niazashvili, gerente de mantenimiento de Geosky, una aerolínea de carga, todavía confía en los disquetes para actualizar los sistemas de gestión de vuelo. 

En una situación similar se encuentra ACI Jet, otra empresa del sector aeronáutico, que aún utiliza disquete para tareas de mantenimiento de aeronaves. Brian Ford, un empleado de ACI Jet, reconoce que están intentando ponerse al día con la tecnología actual, pero la transición es un desafío.

A pesar de su declive, los disquetes persisten en nichos específicos, recordándonos un pasado tecnológico que, aunque obsoleto, sigue siendo relevante para algunos.

Una nueva adaptación hacia sistemas más modernos

La búsqueda de disquetes aún persiste en algunos ámbitos, como revela Wired. PLR ha desarrollado modelos básicos que pueden adaptarse a casi 600 tipos de máquinas diferentes. Desde consolas de iluminación de escenarios hasta máquinas CNC, pasando por impresoras digitales y electrocardiógrafos, la lista es extensa y variada.

Los clientes recurren a PLR no solo en busca de discos, sino también porque la disponibilidad de unidades de repuesto es escasa. Esta situación plantea la posibilidad de que el humilde disquete, contra todo pronóstico, nunca llegue a desaparecer por completo. 

La necesidad de adaptarse a sistemas más modernos se enfrenta a la realidad de una tecnología resistente y adaptativa que sigue encontrando su lugar en el mundo de la informática y la industria.