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Madrid, 6 feb (EFE).- La bolsa española ha retrocedido hoy un 2,53 % y caído a niveles mínimos desde marzo de 2017, arrastrada, como el resto de plazas europeas, por los descensos con los que ha abierto Wall Street tras sufrir ayer la mayor pérdida de puntos de su historia.
Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de buscar una explicación a la fuerte corrección que han vivido los mercados bursátiles a ambos lados del Atlántico, aunque coinciden en que el origen está en Estados Unidos.
Algunos señalan a una puntual recogida de beneficios por parte de los inversores, mientras que otros analistas apuntan al temor de quienes apuestan en bolsa a una subida brusca de los tipos de interés tras la marcha de Janet Yellen de la presidencia de la Reserva Federal.
Finalmente, el principal índice bursátil español, el IBEX 35, se ha desplomado un 2,53 %, su peor sesión en cuatro meses, con la que ha borrado las ganancias cercanas al 4 % que acumulaba a cierre de enero y ha estado a punto de perder los 9.800 puntos.
Al final, la bolsa española ha encadenado cuatro sesiones a la baja en las que ha perdido 641,5 puntos y se ha quedado en 9.810 enteros, tras restar solo hoy 254,5.
En paralelo, los inversores han buscado refugio en los mercados de deuda y han apostado por la compra de bonos europeos, lo que ha provocado que el interés de la deuda española a diez años haya bajado hasta el 1,426 % y el alemán del mismo plazo, considerado referente de solvencia, hasta el 0,692 %.
Esa diferencia entre los intereses que ofrecen ambos bonos explica que la prima de riesgo española haya subido un punto básico, hasta 73 puntos, con lo que el nivel de confianza del mercado hacia la economía se mantiene.
En opinión del analista de XTB, Antonio Sales, esta situación se explica por la "huida de capitales" de los mercados bursátiles a los mercados de deuda, por el temor de los inversores a que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), con su nuevo presidente, suba los tipos de interés hasta cuatro veces este año.
No obstante, considera que el batacazo de Wall Street de la víspera, que salpicó también a las plazas asiáticas, ha sido una corrección "demasiado severa" por lo que no tardará en estabilizarse la situación en los mercados.
En cambio, otros analistas consultados por Efe, piensan que es poco probable que el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, "se arriesgue" a acometer un ajuste brusco de la política monetaria, que podría provocar una desaceleración económica y ven en él un "discurso continuista" con el de su antecesora.
Por ello, achacan el correctivo bursátil de ayer y hoy a una recogida generalizada de beneficios y a un "momento de pánico puntual" tras las fuertes subidas de las semanas anteriores.
Durante casi toda la jornada, Madrid ha liderado las pérdidas del Viejo Continente, puesto que las empresas españolas tienen una mayor exposición a los mercados latinoamericanos, donde ayer los inversores se contagiaron del "lunes negro" que vivía Nueva York.
Finalmente los descensos se han suavizado y Londres ha encabezado las caídas, con un retroceso del 2,64 %, superior al 2,53 % de Madrid, y a continuación París, que ha cedido el 2,35 %, Fráncfort, el 2,32 % y Milán, el 2,08 %.
Las compañías más grandes del IBEX 35 han registrado importantes descensos, ya que Iberdrola ha bajado el 3,96 %; Repsol, el 2,97 %; Santander, el 2,92 %; Inditex, el 2,70 %; Telefónica, el 2,56 % y BBVA, el 2,34 %.
Además, ha destacado el regreso al parqué de la inmobiliaria Metrovacesa, que llevaba fuera de la cotización desde 2013 tras ser rescatada por los grandes bancos, y se ha estrenado con unas pérdidas del 3,03 %.
El euro ha bajado hasta 1,237 dólares, mientras que el barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, lo ha hecho hasta 67,07 dólares.
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