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Berlín, 15 dic (EFE).- El consejo de supervisión de la sociedad gestora de los aeropuertos de Berlín anunció hoy que el nuevo aeropuerto de la capital alemana abrirá finalmente en octubre de 2020, con nueve años de retraso sobre la fecha prevista y tras numerosos problemas técnicos y escándalos de sobrecostes.
El caso del futuro aeropuerto se ha convertido en Alemania en exponente de la mala planificación de las grandes infraestructuras públicas.
Se han llegado a anunciar hasta seis fechas para su inauguración -la primera en octubre de 2011- y todas han tenido que ser canceladas al descubrirse nuevos fallos en las obras y en la seguridad de las instalaciones.
Las obras comenzaron en 2006 y el presupuesto actual -6.500 millones de euros- triplica ya el original, ante la necesidad de subsanar los problemas detectados y también de aumentar las instalaciones inicialmente proyectadas para poder absorber al creciente número de pasajeros.
La construcción del que se denominará aeropuerto internacional Willy Brandt se ha convertido en una pesadilla para las autoridades de la ciudad-estado de Berlín, donde se llegó a constituir una comisión de investigación en el Parlamento para analizar al detalle la millonaria inversión en el malogrado proyecto.
La sociedad gestora ha preferido ir aplazando sobre el papel las sucesivas fechas previstas de apertura tras el escándalo de 2012, cuando apenas cuatro semanas antes de la inauguración se detectaron graves problemas en el sistema de protección contraincendios que obligaron a cancelar los planes.
Para entonces, las aerolíneas y los comercios que pensaban operar en el nuevo aeropuerto tenían todo planificado para empezar a ofrecer sus servicios en las nuevas instalaciones, por lo que el aplazamiento provocó importantes pérdidas a las empresas.
Desde entonces se han seguido ofreciendo los servicios desde los viejos aeropuertos de Tegel y de Schönefeld, ambos aún operativos, cuyas terminales teóricamente deberían haber dejado de funcionar asimismo en 2012.
En este periodo se han tenido que improvisar algunas terminales nuevas, que de todos modos resultados insuficientes para lo que se espera de la capital de un país como Alemania.
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