En qué consiste la enmienda transaccional y porqué es tan importante para la aprobación de una ley

Durante todo este 2022, hemos visto cómo se han ido aprobando diversas leyes, como la de bienestar animal, la conocida como el 'solo sí es sí' u otras más recientes como la Ley Trans o la Ley de Deporte. Todas ellas, a pesar de tocar temas muy diferentes entre sí, tienen algunos elementos comunes, como el proceso que atraviesan para ser aprobadas, o la necesidad que tienen de introducir lo que se conoce como 'enmienda transaccional'.

No es la primera vez que oímos hablar de la enmienda transaccional, el problema está en que en las noticias del día a día, nadie se detiene a explicar en qué consiste exactamente o porqué son necesarias para la aprobación de una ley. Si bien es cierto que el sistema para la aprobación de una nueva normativa es bastante complejo, ya que cada una depende de factores diferentes y puede llegar a tardar años en salir adelante, sí podemos empezar por entender mejor este concepto.

El proceso de gestación de una ley

Como ya hemos mencionado, conseguir aprobar una ley no es tan fácil como pueda llegar a parecer. Requiere de meses de trabajo el poder redactar el texto preliminar que tendrá que pasar, en muchos casos, tanto por el Senado como por el Congreso de los Diputados. En cada fase de este proceso, que dependerá de aprobación por votos, podemos encontrarnos con la enmienda transaccional, un proceso que se utiliza para introducir correcciones o mejoras a los textos preliminares.

Cuando nuestro texto preliminar ha llegado a la Mesa del Congreso de los Diputados, se abre un periodo en el que se puede introducir modificaciones. En este periodo, los diputados tienen dos opciones para conseguir que su propuesta de ley se apruebe: la primera es realizar los cambios necesarios para mejorar ese texto o para asegurarse la luz verde a la propuesta. La segunda, pueden rechazar el introducir enmiendas y devolver el texto al Gobierno o a la persona, o grupo, que la haya propuesto.

Esto quiere decir, que se pueden introducir dos tipos de modificaciones de los textos preliminares de una ley. En primer lugar, se puede realizar cambios a la totalidad del texto, el segundo de nuestros supuestos. En segundo lugar, se permite el eliminar, añadir o cambiar algunos artículos que no se consideren adecuados o viables en lo que se haya propuesto para la nueva ley. De estos procesos surgirá lo que se conoce como enmienda transaccional.

Diferencias entre una enmienda y una enmienda transaccional

Aunque por el nombre puedan parecer lo mismo, realmente no lo son. Las enmiendas son esas modificaciones que mencionábamos para corregir el texto. Pero la enmienda transaccional es un paso que llega justo después, es algo así como la corrección de las primeras modificaciones. Suelen darse cuando varios grupos parlamentarios busquen registrar una modificación en conjunto, y es una forma de agilizar el debate o de llegar a un mayor consenso.

Por supuesto, este tipo de cambios también requiere de una reglas para realizarse. Estas están recogidas en el Reglamento de la Cámara Baja, en la que se aclara cómo debe de realizarse este tipo de enmiendas. Una de las más importantes a tener en cuenta, es que los partidos deben estar de acuerdo en aceptar una enmienda transaccional que sustituya a las anteriores, generando una única modificación 'global' puesta a votación.