ERC investirá a Sánchez a cambio de firmar la mesa de negociación

La militancia de ERC ha aprobado este lunes que sus diputados voten contra la investidura como presidente del candidato socialista. No obstante, esta decisión está condicionada a que Pedro Sánchez se comprometa a poner en marcha una "mesa de negociación" para solucionar "el conflicto político" de Cataluña.

Un apoyo al Gobierno de Sánchez sujeto a una condición

En este sentido, la consulta de ERC a sus afiliados se celebró de manera telemática entre las 9 y las 20 horas del lunes. Poco después, la dirección republicana anunció los resultados que confirmaban que el 94,6% de los 5.953 militantes que votaron rechazaron que ERC facilite la investidura de Sánchez si el PSOE no asume la exigencia de negociar para resolver la crisis territorial. La participación de las bases fue del 70%.

De este modo, el resultado de la consulta supone un espaldarazo interno para la dirección de ERC, que había pedido a sus afiliados que avalaran sus tesis. En el mismo sentido, los dirigentes de la formación independentista ven reforzada su posición negociadora. Así, podrán exigir al PSOE que ponga en marcha esta mesa de diálogo si quiere sus votos.

Con los datos en la mano, la portavoz del partido, Marta Vilalta, aseguró que "ahora es Pedro Sánchez el que debe moverse" y sostuvo que el líder socialista tiene dos opciones: "Mesa de negociación o investidura fallida". "Es muy sencillo", resumió Vilalta.

La investidura, de nuevo, en manos de ERC

Asimismo, la portavoz de ERC explicaba que su "propuesta" para reconsiderar el "no" a Sánchez pasa por "construir una mesa de negociación entre iguales, sin condiciones, con calendario y garantías". La republicana de ERC se mostró confiada en que, si se abre ese diálogo, "otras formaciones se unirán a esa negociación para alcanzar la solución democrática que se nos pide".

Se trata de unas declaraciones que fueron en la misma línea que los que ya planteó el vicepresident de la Generalitat y número dos de ERC, Pere Aragonés. Esa mesa de negociación debería ser entre el Gobierno central y el autonómico y no debería tener "condiciones" a priori, decía el político en La Vanguardia el pasado domingo.

Además, los de esquerra piden "un calendario claro" de funcionamiento de la mesa. Pero sobre todo, piden "garantías" de cumplimiento de los acuerdos. Esto no es otra cosa que los catalanes voten lo que se pacte.