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El Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez se celebra el 15 de junio de cada año, una fecha oficial de la ONU con el objetivo de concienciar y denunciar el maltrato, abuso y sufrimientos a los cuales son sometidos muchos ancianos y ancianas en distintas partes del mundo.
Este 2021, HelpAge International, entidad que defiende los derechos de las personas de la tercera edad, ha reclamado a las autoridades competentes la puesta en marcha de una estrategia integral de lucha contra los malos tratos y la violencia en la vejez que contemple medidas legislativas, educativas, campañas de sensibilización, formación a los profesionales sociales y sanitarios, acciones de los medios de comunicación y el sector de la publicidad, servicios de información y apoyo a las víctimas y acciones intergeneracionales entre todos los miembros de las familias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que una de una de cada seis personas mayores de 60 años es víctima de abus
Aunque considera que esta cifra es muy inferior a la real, ya que se calcula que solo denuncia 1 de cada 24 casos.
El maltrato y el abuso hacia las personas mayores es punible en España a través del artículo 173 del Código Penal, que deja claro que este tipo de prácticas “se puede denunciar y existen diversas alternativas” que los ancianos deben conocer.
HelpAge International recordó que el primer Informe Mundial sobre Edadismo publicado en marzo, a nivel mundial, pone de manifiesto que una de cada dos personas es ‘edadistas’ hacia las personas mayores, es decir, que tiene comportamientos basados en prejuicios y estereotipos negativos asociados a la vejez.
Por esa razón, abogó por promover una “actitud positiva y el buen trato” hacia las personas mayores a través de la formación y sensibilización, y la puesta en marcha de “iniciativas intergeneracionales”.
Ninguna persona, joven o vieja, es prescindible
El impacto en la salud y los servicios de atención a largo plazo para las personas mayores debe reconocer y enfrentar los desafíos particulares a los que se ven expuestos, incluida su capacidad para acceder a tratamiento y atención médica.
Las personas de edad tienen los mismos derechos a la vida y a la salud que todos las demás. Al adoptar decisiones difíciles respecto a la atención médica para salvar vidas, se deben respetar los derechos humanos y la dignidad de todos.
La protección de nuestros ancianos
Entre 2019 y 2030, se prevé que el número de personas de 60 años o más aumentará en un 38 %, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial, y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo, y requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
El maltrato de las personas mayores es un problema social que existe en los países en desarrollo y desarrollados y, por lo general, no se notifica suficientemente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1 % y un 10 %. Aunque se desconoce la magnitud del maltrato de los ancianos, su importancia social y moral es indiscutible. Por este motivo, este problema requiere una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de la vejez.
Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de las personas mayores tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Por ejemplo, en algunas sociedades tradicionales se obliga a las viudas de edad a casarse de nuevo, mientras que en otras las mujeres mayores que viven solas son acusadas de practicar la brujería. Desde una perspectiva sanitaria y social, si los sectores de atención primaria de salud y los servicios sociales no están bien preparados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.
La creación de una Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Mayores ayudaría a los estados a tener una base sólida que les orientara en la elaboración de un marco jurídico para combatir la discriminación y violencia en la vejez.
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