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Un ex trabajador de Los Nogales: "Trataban a los ancianos como basura".
A. D. estuvo trabajando en la residencia hasta que lo despidieron tras denunciar los malos tratos.
"Estuve una semana de baja porque no lo aguantaba. Me iba a mi casa machacado mentalmente"
A. D., de 37 años, vivió en primera persona el trato denigrante y vejatorio que recibían muchos de los mayores en la residencia Los Nogales del distrito de Hortaleza.
El centro se ha convertido en noticia después de la denuncia que ha presentado la Fiscalía contra tres ex trabajadores por maltratar a dos ancianas que tenían a su cargo.
Este ex trabajador del centro ha concedido una entrevista al diario digital '20minutos'.
"No me parecían normales los comportamientos que estaba presenciando"
El joven ya desde su segundo día en la empresa detectó que algo no funcionaba bien.
"Era mi primer trabajo como auxiliar de enfermería. No tenía ninguna experiencia, pero a mí no me parecían normales los comportamientos que estaba presenciando", asegura.
"En mi segundo día de trabajo me llamó la atención que una usuaria rechazase ir al baño con dos compañeras. Entonces la metieron por la fuerza y le empezaron a restregarle la cara con agua. Me quedé frío", cuenta.
A. D. explica que era un comportamiento habitual en una gran parte de los trabajadores ignorar las peticiones de los mayores que querían ir al baño.
"Las usuarias me pedían ir al baño y no me dejaban. O me ponían mala caras", recuerda
"Había una señora que me pedía llevarla todos los días a la misma hora. Pero si en ese momento no podía me decían que la dejara, que era una pesada. La señora, a la que llamaban la marquesa, siempre me pedía a mí que la llevara al baño porque le hacía caso".
"Fue entonces cuando me dan un toque. La psicóloga de la residencia, que era mi superior, me pregunta por qué hacía así las cosas. 'No puedes llevar a una usuaria al baño y tardar mucho', me dijo. Le comenté que esa persona tiene una discapacidad y que no podía dejarla sola. Entonces me contesta: 'Tú la dejas sola y tes vas a hacer otra cosa, que no se va a mover'", sostiene este trabajador.
"Tampoco me parecen bien otras cosas, como el trato hacia algunos usuarios", dijo a su superior, quien contestó: "No te preocupes. Eso es algo puntual, aunque si ves algo más me lo dices".
Otra mala experiencia de este auxiliar de enfermería fue en el gimnasio donde se realizaba la rehabilitación
"Me decían que cerráramos la puerta porque solían venir los hijos. Y luego allí, realmente, no se hacía ninguna rehabilitación. Cuando se quejaban les gritaban. Era algo evidente que los tenía que ver todo el mundo".
"Vi como a una señora que no se podía mover ni hablar una auxiliar le estaba cogiendo el brazo con bastante fuerza. Le quité la mano y le dije que eso no lo hiciese". Al día siguiente, ese gesto le costó el despido.
Sobre los tres ex trabajadores denunciados
A. D., afirma que conocía a Bryan y María Josefa, dos de los tres extrabajadores denunciados: "Nunca me demostraron que fueran capaces de algo así".
"Hay tratos que se pasan por alto porque la gente tiene que hacer muchas tareas, como las camas o duchar a los usuarios. Hay mucha presión. A diario veía caras de agobio puro de gente que sí trata bien a los abuelos".
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