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Un estudio publicado en ‘Ardeola: International Journal of Ornithology’, la revista científica de SEO/BirdLife, confirmó este martes un nuevo detalle acerca de la coloración rosada del flamenco común.
Y es que los autores han determinado que las hembras son más coloridas y con una condición corporal mejor en comparación a los machos, así como que los individuos están en mejor condición física en unos humedales que en otros.
Los investigadores demostraron con su estudio que la condición corporal en el flamenco común guarda una relación directa con la coloración del plumaje, así como la interacción de ambas variables con el sexo y el sitio de alimentación.
El flamenco común y su condición corporal tiene relación con la coloración de su plumaje
“En conjunto, los resultados sugirieron que las hembras tendrían una necesidad mayor que los machos para señalizar la calidad individual (de ahí la mayor pigmentación en las plumas), probablemente porque ellas asumen dentro de la época de reproducción unos costes mayores que los machos, de forma que las hembras ‘de baja calidad’ podrían limitar severamente el éxito de cría. Además, la coloración del plumaje podría señalizar el estatus individual en las zonas de alimentación a lo largo del año”, destacó el investigador de la EBD-CSIC y autor principal del estudio, Juan A.Amat.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la EBD-CSIC y de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca Sostenible, realizaron el estudio en dos humedales, Veta la Palma (Sevilla) y las marismas del Odiel (Huelva).
Desde noviembre de 2003 a marzo de 2006, observaron y registraron con telescopios datos de la coloración del plumaje de los individuos de flamenco que, posteriormente, fueron detalladamente analizados.
El estudio aclara que no puede entenderse el color rosa de los flamencos sin los carotenoides, unos pigmentos que los animales no pueden sintetizar y que sólo pueden obtener a través de la dieta.
Estos se relacionan, tal y como describe el artículo, con una buena calidad ambiental de los hábitats donde se alimentan y con la capacidad de adquirir alimentos de calidad.
“Este color rosáceo lo adquieren a través de la alimentación que contiene unos pigmentos llamados carotenoides y que se encuentran en proporción variable en las presas que ingieren. De ellos, el más frecuente que se fija tanto en plumas como en patas es el 'cantaxanteno'.
Para realzar el colorido durante los períodos de cortejo, los flamencos se maquillan el plumaje utilizando pigmentos depositados en las secreciones uropigiales, que restriegan sobre la superficie de las plumas”, destacó como curiosidad Juan A.Amat.
Un descubrimiento supone un avance para el seguimiento de las aves
“El estudio puede tener aplicaciones prácticas. La estimación de la condición corporal a través del método propuesto se podría fácilmente usar en programas de seguimiento a medio y largo plazo, para determinar cambios en la calidad de los humedales que usan los flamencos.”, resaltó como curiosidad Juan A.Amat.
Otra interesante conducta en esta especie es la cría en colonias, que reúnen a cientos o miles de parejas. A partir de final de febrero-abril construyen los nidos, muy próximos unos de otros, en islotes de humedales con aguas someras, que les mantienen a salvo de predadores terrestres.
Estos nidos, hechos generalmente de barro, con forma de cono truncado, alcanzan un diámetro 40-60 centímetros, hasta medio metro de altura y un peso que puede superar los 50 kg. La hembra deposita en ellos un huevo, que es incubado por ambos progenitores durante unos 30 días.
En España, la población reproductora de la especie del flamenco común varía según los años en función del nivel hídrico de los escasos humedales en donde cría, pero en años favorables se han llegado a estimar hasta 26.000 parejas reproductoras, mostrando una tendencia positiva desde la pasada década de los años setenta, tras años de seguimiento y manejo de la especie.
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