El mapa de los fracasos matrimoniales en España

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09/10/2021 - 11:00
Anillos de casados

Lectura fácil

La realidad es que cada vez que acudimos a una boda, estamos asistiendo a algo que es más probable que acabe en divorcio que en un felices para siempre. Suena mal, lo sé. Pero es así.

De amor no se muere nadie. No, ni nos vamos a morir, ni nos han destrozado la vida, ni es verdad que jamás vayamos a salir adelante. El pasado junio se supo que el número de enlaces celebrados en 2020 se redujo hasta su nivel más bajo en más de cuarenta años debido a los efectos de la pandemia, y esta semana, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó los datos de fracasos matrimoniales durante el primer año pandémico, que reflejan una realidad similar.

Según las cifras del INE, en 2020 se disolvieron 80.015 matrimonios, un 16,1 % menos que el año anterior y un dato inferior a cualquier fecha posterior a 2005, cuando se aprobó una reforma de la ley del divorcio que agilizó los trámites, aunque las diferencias entre territorios son notables.

Una parte importante de esta bajada se puede atribuir al cierre de los juzgados durante los meses de confinamiento. Así, las rupturas matrimoniales se redujeron un 17,4 % en el primer trimestre de 2020 respecto al año anterior y se desplomaron hasta el 63,5 % en el segundo. Después repuntarían aunque un 21,6 % en el tercero y otro 11,3 % en el cuarto, pero sin llegar a compensar las caídas del primer semestre.

Aunque las cifras de fracasos matrimoniales se han reducido prácticamente en toda España, no lo han hecho por igual en todos las autonomías

A excepción de La Rioja -donde se incrementaron un 2,5 %-, Aragón (-21,6 %), País Vasco (-20 %) y Madrid (-19,8 %) fueron las comunidades donde más cayeron las disoluciones matrimoniales respecto a 2019. 

Por contra, en Murcia (-7,1 %), Navarra (-9,5 %) y Baleares (-10,9 %), el freno en las rupturas fue menos acusado.

¿Dónde hay más fracasos matrimoniales?

Por territorios, Andalucía, con 13.992 divorcios, Cataluña (13.543), Madrid (10.061) y la Comunidad Valenciana (9.381) fueron las comunidades que informaron de más divorcios. Sin embargo, si se ponderan estas cifras con la población de cada autonomía, el escenario cambia de forma notable. 

Haciendo este cálculo, se puede observar cómo la Comunidad Valenciana, con 1,94 divorcios por cada 1.000 habitantes en 2020, volvió a ser la autonomía con la tasa más elevada, un lugar que ha ocupado los tres últimos años que se han publicado datos. Tras los valencianos aparecen los habitantes de Baleares, con 1,85 divorcios por cada 1.000 habitantes, y los riojanos, con una tasa de 1,83.

En la otra cara del espectro se encuentran los aragoneses, cuya tasa de divorcios ascendió el año pasado a 1,25 por cada 1.000 habitantes, un 55 % menos que la registrada en la Comunidad Valenciana, y los extremeños, que con una tasa de 1,45 divorcios por millar de población ocupan el segundo puesto.

El divorcio está casi en pañales en España

La primera ley de divorcio de la democracia actual data de 1981. Por ello, es probable que muchos creciéramos viendo a nuestro alrededor matrimonios que duraban toda la vida. Y muchos nos encontramos con la realidad aplastante de que el amor se acaba cuando lo sufrimos en carnes propias.

A algunos les dolerá durante más tiempo, a otros durante menos; algunos necesitarán ayuda externa, otros no... pero se sale adelante. 

¿Por qué hay tantos fracasos matrimoniales?

Nuestra sociedad es excesivamente afectiva y sentimentalista, existe una confusión muy grande entre lo que es el amor y lo que es el enamoramiento. Amar a alguien es querer el bien para él, hacer todo lo posible para que sea feliz, olvidarse de uno mismo… Darse incondicionalmente. El enamoramiento tiene más que ver con estados de ánimo, sentimientos, etc… y es por tanto variable. ¿Es malo el enamoramiento? No, pero como base del matrimonio es muy endeble.

Otro factor de fracaso es el error de concepto entre ser libre y ser independiente. Hay que ponerse en el lugar del otro, conocerle y conocer sus características propias.

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