Gervasio Deferr se abre en una entrevista a El Periódico

Gervasio Deferr ha contado a Roger Pascual cómo se encuentra. El que fuera doble medallista en 2000 y 2004 en salto y subcampeón de Europa en 2008, se retiró hace diez años. Deferr ha contado a El Periódico que soñaba con montar un gimnasio desde que tenía 15 años.

El deportista de La Mina eligió su propio barrio para comenzar su etapa como formador: “Elegí el proyecto en La Mina porque vengo de una familia sin recursos y a través del deporte mi vida realmente cambió. Lo que para mí es una pasión para ellos puede ser un hobby que también les puede cambiar su vida. ¿Y dónde mejor que donde menos recursos hayan?”, comentó en la entrevista con Pascual. Gervasio Deferr comenzó con este proyecto en 2011. Lo hizo para cambiar la vida de los niños y adolescentes y también como confiesa para “ayudar a la gente a limpiar la fama del barrio”.

¿Qué le ocurrió a Gervasio Deferr tras retirarse del deporte de élite?

Gervasio Deferr ha contado en El Periódico que tras retirarse del deporte profesional tuvo dos años muy malos: “Pasé dos años muy, muy malos después de retirarme porque pasas de un día para otro de ser campeón olímpico al siguiente a decir ‘¿qué hago con mi vida?”. Todo lo que ha pasado Deferr ha declarado que le ha servido para “conocerse a sí mismo”.

Gervasio ha contado a sus alumnos cómo vivió la época más oscura

Gervasio Deferr nunca ha querido esconder tanto las luces como las sombras de su carrera. Es algo que ha compartido con sus alumnos en el gimnasio. Entre aquellas historias se encuentra un positivo por marihuana que le quita una plata cosechada en los Mundiales de Hungría de 2002.

Tras ello, vinieron los éxitos en Atenas 2004 y Pekín 2008: “Lo volvería a pasar. Me hizo darme cuenta de que cometí un error y que tenía que cambiar. Me enseñó quién estaba incondicionalmente a mi lado y quién solo estaba en la foto cuando ganaba. Yo tenía 19 y era un niño no me enteraba de nada y de repente era un tío de 23 que lo tenía todo clarísimo y fui a los Juegos. Las cosas pasan y hay que asumirlas, no esconderse de ellas. Hay que dar la cara. A los chavales les cuento todo y les digo: 'si cometéis errores, tendréis que pagar por ello. Si aquí empezamos a tomar decisiones correctas más adelante será más fácil. Y si no pasa nada, nos daremos la hostia y aprenderemos de ella. Como hice yo y cualquier hijo de vecino'”.