Los científicos españoles consiguen un milagro jamás antes visto

Los científicos de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche han desarrollado un sistema con 100 electrodos que se colocan en la región del cerebro que se encarga de la visión. La docente valenciana, Bernardeta Gómez, perdió la visión cuando tenía 41 años (hace 16 años). Es la primera vez que se usa esta tecnología en una persona ciega.

Gómez ha recordado cómo fue el primer día con aquel experimento: “Me pusieron el implante el lunes 22 de octubre de 2018. El martes ya estábamos con el experimento. Los tres primeros meses, lo que iba a durar la investigación, no avanzamos mucho, pero insistí en que se alargara. Fue entonces cuando empecé a distinguir cambios en la intensidad. Eran como lentejuelas muy luminosas y, según variaban los parámetros, las veía más o menos intensas, más o menos grandes”.

Los científicos han explicado en que consiste la investigación

El director del Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la UMH, Eduardo Fernández, ha explicado que los fosfenos aparecen como un punto concreto del espacio visual. Este estudio se ha realizado en aquellas personas que pueden ver. Sin embargo, los investigadores se han mostrado sorprendidos porque las predicciones se han cumplido en una persona totalmente ciega.

El problema con el que se encontraban con la profesora es que unas veces aparecían al estimular el córtex occipital derecho (tras la oreja, en la parte superior), sede del procesamiento visual, y otras lo hacían de forma espontánea. Como bromea Gómez, “ellos iban tan a ciegas como yo”.

La investigación en la que está presente la UMH es pionera

Los investigadores han insertado una placa con 96 electrodos y han asegurado que tienen el mismo tamaño que las neuronas con las que pretenden comunicar. Desde los trabajadores de investigación de la UMH han asegurado que es la primera vez que se prueba en una persona ciega. El sistema se completó con una retina artificial (un procesador de imagen similar al de las cámaras, montado sobre unas gafas convencionales). Su misión era convertir el estímulo óptico en eléctrico, que es lo que activa al cerebro.

Además, la profesora valenciana pasó de acertar un 81,4 % de los patrones y formas hasta el 100 %. Gómez pudo distinguir algunas, como la L, C, V u O con un 70 % de aciertos. Pero no pudieron inducir la percepción de todo el alfabeto e ignoran por qué. Entre las mejoras que han adoptado los científicos se ha encontrado el ajuste de la señal eléctrica para encontrar el umbral de respuesta de la profesora.

Los resultados de este estudio son inmejorables

Los expertos han resaltado que los resultados de esta investigación son increíbles aunque, señalan que se trata de un caso individual dentro de un estudio piloto. “Esta aproximación es capaz de plantear posibles soluciones en aquellos pacientes que en algún momento tuvieron visión y la han perdido totalmente, ya sea por alteraciones de la retina o del nervio óptico”.

Sin embargo, los científicos de la UMH necesitan más datos y, por ello han ampliado los ensayos hacia otras personas. Han destacado que esta investigación estará abierta a personas de todo el mundo.