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Madrid, 20 feb (EFE).- José Andrés cumplirá 50 años inaugurando sus dos negocios "más importantes en cuanto a tamaño, volumen e inversión", el primer restaurante español en Disney y Mercado Little Spain en Nueva York, pero aún se siente solo en su difusión de la cocina de su país en el mundo y echa de menos más iniciativas.
Este asturiano afincado en Estados Unidos ha recogido esta semana en Córdoba la medalla de oro al mérito en las bellas artes de manos del rey Felipe -"me cae muy bien, es muy buen líder"- y en Madrid el premio Chef of the Year de la revista Tapas, y bromea al respecto ante los medios: "Con 49 años estoy recibiendo estas cosas... Dejadme que tenga 80, que luego me voy a aburrir mucho".
Por el momento se mantiene más que ocupado. Acaba de publicar en España "Alimentamos una isla" (Planeta Gastro), sobre su misión humanitaria tras el huracán María en Puerto Rico que ha extendido a más situaciones catastróficas, le ha valido la candidatura para el premio Nobel de la Paz 2019 y ha despertado el interés de "varias productoras para llevarlo a la gran pantalla"
Además, este año ampliará su emporio gastronómico, coronado con varias estrellas Michelin, con dos grandes proyectos.
El de más inminente apertura es el restaurante Jaleo en los parques Disney en Orlando (Florida), un sueño que acariciaba desde hace años para que cerca de 600 comensales degusten paellas a la leña, tapas, sangría, jamón ibérico, quesos y vinos españoles.
En primavera, aliado con Ferran y Albert Adrià, inaugurará en Nueva York Mercado Little Spain, un espacio de 4.000 metros cuadrados de comida española "popular y de calidad" donde habrá patatas bravas, tortillas o churros.
"Le tengo muchas ganas y espero que sea el inicio de muchos más. De ahí sacaré alguna lección y todo el que quiera ver el futuro de la cocina española en el extranjero también debería aprender", afirma.
Porque José Andrés, radicado en Estados Unidos desde los 21 años tras formarse en restaurantes como elBulli, siempre se ha sentido "muy solo ahí afuera" y reclama compañía: "Se hace mucho gazpacho y mucha paella pero sin producto español, ¿de qué vale si no tiene impacto en las exportaciones? Que la gente salga, que se arriesgue".
Reconoce que algo ha cambiado en la última década "con el desembarco asturiano de Ibérica e Hispania en Londres, donde también están David Muñoz (StreetXO) y Albert Adrià (Cakes & Bubbles), o Carme Ruscalleda en Japón", pero son "pinceladas". "Somos unos pocos pero hacen falta más", recalca.
El cocinero, considerado en 2003 por la revista Food & Wine responsable del boom de la comida española en Estados Unidos, también tiene inversiones en nuestro país como socio de la aceitera Casa de Hualdo (Toledo), la quesería Rey Silo (Asturias) o de una empresa que quiere convertir el bulevar Ibiza, en la zona del Retiro madrileño, en todo un destino gastronómico.
Se resiste a hablar del proyecto: "Hay una sociedad en la que estoy un poco metido, soy el padre en la sombra. Yo decía que en España nada, pero iremos abriendo más cosas" tras La Cocina de Frente, recién abierta y dedicada al cocido.
Responde a un modelo de especialización en un plato o producto que considera necesario en el país: "Necesitamos sitios más especializados, hay que indagar en locales de un concepto, un producto, más pequeños, como ocurre en Japón".
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