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Tokio, 1 feb (EFE).- La Bolsa de Tokio cerró hoy en positivo, poniendo fin a una racha de seis días de pérdidas, en una jornada en la que los inversores se lanzaron a la caza de gangas y en la que las entidades bancarias acumularon fuertes ganancias.
El índice Nikkei subió 387,82 puntos, un 1,68 %, hasta situarse en los 23.486,11 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, avanzó 33,73 puntos, un 1,84 %, y quedó en las 1.870,44 unidades.
El parqué tokiota comenzó la jornada al alza impulsada por unos inversores que atraídos por las gangas resultantes de seis días a la baja se lanzaron a las compras.
La tendencia alcista se mantuvo y acentuó a lo largo de la sesión e impulsó especialmente a las entidades bancarias, la minería y el sector de los productos de petróleo y carbón.
La debilidad del yen frente al dólar estadounidense también ayudó a mejorar el ánimo en Tokio, donde los exportadores se benefician de esta tendencia, ya que hace que los productos japoneses se vuelven más competitivos en el exterior y sus remesas aumentan.
Los buenos resultados publicados por empresas como la compañía de los videojuegos Nintendo, que anunció el miércoles que amplió sus beneficios un 31 % entre abril y diciembre gracias a su consola de sobremesa Switch, también mejoraron el ánimo de los inversionistas.
Las ganancias de la jornada estuvieron lideradas por la empresa Fujifilm, que se disparó más de un 12 % tras anunciar que tomará el control de la firma estadounidense de equipos de oficina Xerox.
En el apartado negativo estuvo Fujitsu, que cayó casi un 13 % tras anunciar que venderá su negocio de teléfonos móviles a un fondo de inversión doméstico por la dura competencia en el lucrativo sector, en el que sólo seguirán desarrollando y fabricando aparatos Sony y Kyocera, si no se cuenta a Sharp, ahora una unidad de la taiwanesa Foxconn.
En la primera sección, 1.789 valores avanzaron frente a 238 que retrocedieron, mientras que 35 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 3,513 billones de yenes (25.849 millones de euros), frente a los 3,632 billones de yenes (26.855 millones de euros) de la víspera.
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