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Bruselas, 28 nov (EFE).- La Comisión Europea (CE) presenta hoy su estrategia contra el cambio climático a largo plazo, una hoja de ruta que propone que la Unión Europea (UE) reduzca emisiones contaminantes en un 80 % para 2050 y se convierta en una economía "neutra" en carbono, en sintonía con el Acuerdo Climático de París.
El documento "Un planeta limpio para todos", al que ha tenido acceso Efe, apuesta por elevar la ambición en una transición que transformará "radicalmente nuestro sistema energético, sector agrícola, modernizará nuestro tejido industrial, nuestros sistemas de transporte y nuestras ciudades, afectando a las actividades de toda al sociedad".
La UE, que cuenta con una población que supera los 500 millones de habitantes y para 2050 espera que aumente un 30 %, es responsable del 10 % de las emisiones globales de CO2.
Actualmente las instituciones comunitarias y los estados miembros legislan para reducir sus gases contaminantes en un 45 % en 2030, pero el Ejecutivo comunitario quiere acelerar en el viaje desde un pasado de petróleo y carbón hasta un futuro de electricidad y gas.
Los beneficios de apostar por una economía neutra en carbono -capaz de absorber el CO2 que produce- redundarían en la salud de los ciudadanos y aliviarían sus costes sanitarios pues "cada euro invertido en renovables ahorra dos en salud", señala la CE.
La UE mejoraría su posición geopolítica y sus relaciones comerciales con el resto del mundo, según Bruselas, que calcula que se podría ahorrar hasta el 70 % de los 266.000 millones de euros que la Unión gasta cada año en importar combustibles fósiles, esencialmente petróleo y gas.
En materia de electricidad, Bruselas propone pasar a un sistema dominado por las renovables, aunque con espacio para la energía nuclear, que no genera CO2 pero sí residuos radiactivos.
"El despliegue de energías renovables a gran escala llevará a la electrificación de nuestro economía y a un mayor grado de descentralización", dice el documento, que pronostica que la demanda eléctrica final en 2050 se doblará respecto a la actual, para alcanzar el 53 %.
Para lograr ese objetivo, la inversión actual en el sistema energético debería incrementarse desde el 2 % hasta el 2,8 %.
En cuanto al transporte, responsable de cerca del 25 % de las emisiones de CO2 de la UE, el Ejecutivo comunitario imagina un futuro con vehículos eléctricos para el tráfico rodado, cada vez más autónomos, eficientes y conectados.
Bruselas describe también trenes más competitivos en el transporte de mercancías a media distancia y motores híbridos y biocombustibles abriéndose camino en la aviación y en el traslado de contenedores por mar o carretera.
Las ciudades, donde se acumula el 75 % de la población europea, deberían de estar a la vanguardia y apostar por el transporte público sostenible, la movilidad alterna, el carril bici, los sistemas para compartir vehículos o el reparto de mercancía por drones.
La CE propone que la industria se oriente hacia la economía circular, privilegiando el reciclaje y la reutilización de materiales, especialmente aquellos escasos que no se encuentran en Europa, como el cobalto, las tierras raras o el grafito.
La hoja de ruta también señala como puntal de la transición la eficiencia energética, dado que los edificios consumen actualmente el 40 % de la energía, y propone generalizar sistemas de calefacción y refrigerado sostenibles y los materiales más innovadores.
Bruselas propone aplicar impuestos ecológicos bajo la premisa de "el que contamina, paga" y llama a preservar la biomasa, de forma que las explotaciones agrícolas y bosques sirvan para alimentar a la población, para absorber CO2 y para producir energía (biogas).
La CE reconoce que en 2050 la economía seguirá dependiendo en parte del gas y que siempre habrá sectores que emitan CO2, como el agrícola o el industrial.
Además de mostrar confianza en que la investigación aporte nuevas soluciones, propone compensarlo empleando el hidrógeno o la biomasa como fuentes de energía en procesos productivos o a través de la captura y almacenamiento de CO2.
"Hay muchos desafíos en el camino. Pero con el cambio climático, hacer las cosas como siempre no es una opción y no podemos permitirnos el precio de la inacción", según el comisario europeo de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete.
El documento de la CE es la base para que el conjunto de la UE elaborare un plan concreto para "inicios de 2020", como marca el calendario del Acuerdo de París.
Javier Albisu
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