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Buenos Aires, 21 feb (EFE).- Sindicatos argentinos, junto al kirchnerismo y las formaciones a su izquierda, llenaron hoy el centro de Buenos Aires con miles de personas en una manifestación contra la política económica del Gobierno de Mauricio Macri que sirvió para medir las fuerzas de la oposición.
El convocante de la marcha fue el Sindicato de Camioneros, el de mayor capacidad de movilización del país, dirigido por Hugo Moyano, a quien buena parte del sindicalismo decidió no apoyar al entender que la marcha era una medida de presión por sus problemas judiciales, que él mismo achaca a una persecución impulsada por el Ejecutivo.
Por el contrario, el kirchnerismo, que en sus últimos años de Gobierno se había distanciado del líder camionero, y la izquierda, que tampoco es una aliada habitual de sindicalistas como Moyano siempre dispuestos a acordar con el poder, se sumaron a la protesta para intensificar la oposición en las calles a Macri.
En su discurso a los manifestantes, Moyano declaró que el objetivo es "decirle al Gobierno: señor presidente no siga llevando adelante políticas que 'hambrean' a la parte más sensible de nuestra sociedad", y denunció el "engaño" a los jubilados que supuso la reforma de las pensiones, causante según las encuestas de un descenso en la popularidad de Macri.
Pero Moyano dedicó buena parte de su alocución a defenderse de las acusaciones que pesan sobre él: sostuvo que "no tiene miedo de ir preso" y que "no está implicado en ningún caso de corrupción por ahora".
El dirigente sindical está investigado por un supuesto desvío de fondos de la obra social (mutua médica) de la organización que encabeza hacia sociedades pertenecientes a su familia, en una causa emprendida por una denuncia de diputadas progubernamentales.
Facundo Moyano, hijo de Hugo y diputado por el peronista Frente Renovador, reconoció que anteriormente había una "buena relación" del líder sindical con Macri, y recordó que el propio presidente le invitó a varios actos.
También criticó que "de un día para otro, cuando se opone a la reforma laboral, cuando se opone a la baja del convenio colectivo de camioneros, es malo, aparecen las causas".
Además de a Moyano, se han abierto los últimos meses numerosas investigaciones y practicado detenciones de sindicalistas, algunos de los ellos encontrados con importantes fortunas, un escenario propicio a los planes del Gobierno, que ha introducido en su discurso la denuncia de la "mafia sindical".
El sector gubernamental pretende iniciar en marzo la tramitación de una polémica reforma laboral con la meta de flexibilizar las condiciones de trabajo.
Entre los principales dirigentes sindicales argentinos se produjo una fractura con respecto a la asistencia a la marcha, una cuestión que puso de relieve el debate que existe en el seno del sindicalismo acerca de la estrategia a seguir frente a Macri: oposición frontal o intentar un acercamiento y acordar una suavización de sus medidas.
Hoy el presidente argentino llamó a construir "soluciones sin aprietes, sin extorsiones, sin comportamientos mafiosos, sin buscar privilegios", en una referencia velada a Moyano y a la manifestación, que reunió a 400.000 personas según los organizadores y a unas 85.000 de acuerdo con las cifras de las autoridades de la ciudad, gobernada por el sector progubernamental.
A lo largo de la jornada, además de la concentración en la 9 de julio, una de las principales arterias de Buenos Aires, se produjeron cortes de calles, lo que generó importantes problemas de transporte en la ciudad.
En declaraciones al canal TN, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, sostuvo que "hay algunos que defienden privilegios" y dijo que el Gobierno no acepta "condicionamientos ni conductas extorsivas".
"Más allá de la movilización, en Argentina nos tenemos que dar un debate de qué país queremos, si queremos un país que privilegie cuestiones personales o colectivas. Y yo hoy no escuché ninguna propuesta, ninguna predisposición a pensar esa Argentina, sino más bien vi un conjunto de argentinos defendiendo privilegios", dijo Triaca.
Tras la marcha, el diputado del Parlasur y exministro de Exteriores Jorge Taiana (2005-2010) afirmó que entre el kirchnerismo -al que pertenece- y Camioneros existen "coincidencias en la crítica hacia el modelo" de Macri, lo que consideró como "un buen punto de partida" para "modificar esta política económica" y "lograr generar una mayoría que saque a Argentina de este deterioro".
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