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Por segunda vez en lo que va de año, el artista cuelga el cartel de entradas agotadas en el Teatro Calderón de Madrid. Silente da paso a un Jorge Drexler que aparece en el escenario recitando. Su espectáculo hace que la vida sea más bonita a través de sus letras.
Un show más íntimo y en formato solista
Jorge Drexler deja el mundo fuera, cambia la hostilidad exterior por la calidez del interior de una composición. Así se mostró ayer ante cientos de espectadores que llenaron las butacas del Calderón.
Él, solo, con sus guitarras, sus pedales y alguna caja de ritmos... El resto de elementos fuera para no distraer al espectador con ruidos propios de un concierto. Arte y varios juegos de luces a escena. Sus conciertos no solo van de canciones, sino también del modo en que la música y el sonido alcanzan al público a través del espacio, de las dinámicas tímbricas e incluso de su propio eco.
Tras su exitosa gira de presentación de Salvavidas de Hielo, el artista uruguayo consiguió tres Grammy latinos por su álbum Telefonía. Así como el de mejor álbum.
El arte del eco
Los operarios preparaban la escenografía a medida que el concierto avanzaba, sobre la marcha, contando con la complicidad de un público que coreaba las canciones. Sin perder nunca el interés.
Pudimos escuchar temas de su álbum Eco mientras chasqueábamos los dedos como forma de percusión. Al mando de su guitarra española desempolvó su primera canción, La aparecida. Para ofrecernos a continuación una milonga de la brasileña Chega de saudade, su gran inspiración.
Y la música, una jungla de jazmines
Yo iba con los tímpanos en las estrellas a escuchar al maestro, quien a parte de sorprendernos con su música, también lo hizo con su humor y un péndulo de Newton que no terminaba de cuadrar la percusión de Abracadabra y Todo se transforma.
Siempre dispuesto a afrontar nuevos retos, Drexler cambió totalmente de formato para primar al silencio de su importancia.
Culminó el concierto con Sea pero el público pedía más y más. Guitarra eléctrica en mano, remató el espectáculo con tres bises en los que incluyó grandes éxitos de su último disco: Movimiento, Silencio y Telefonía.
Drexler brilló, excelente, como siempre. Y eso que llevamos viéndole en directo unos 20 años, desde una presentación de su primer disco. 20 años que lleva poniéndole banda sonora a nuestra vida.
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