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Berlín, 16 feb (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, admitieron hoy sus diferencias sobre el gasoducto Nord Stream II, que deberá transportar gas ruso hasta Alemania a través del Báltico
"Para nosotros se trata de un proyecto económico que no pone en peligro la diversificación del suministro de gas en Europa", dijo Merkel en una conferencia de prensa conjunta en Berlín.
Morawiecki, en cambio, teme que con Nord Stream II Ucrania deje de ser un país de tránsito para el transporte de gas hacia Europa.
"Se trata de otra vía para transportar gas de la misma fuente y con ello Ucrania puede quedar fuera de la ruta del gas", dijo Morawiecki.
La ruta ucraniana pasa también por Polonia que, como país de tránsito, se asegura el suministro de gas ruso, además de cobrar un peaje.
Polonia proyecta construir un gasoducto propio hacia Escandinavia con el propósito de conectarse a la red de gas noruega.
Uno de los temores es que, una vez construido Nord Stream, Rusia pueda seguir suministrándole gas a Alemania a la vez que cortarle el suministro a los países de Europa Oriental.
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