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“Tras la votación celebrada hoy por la Asamblea Nacional de Gambia, elogiamos la decisión del país de mantener la prohibición de la Mutilación Genital Femenina (MGF), reafirmando sus compromisos con los derechos humanos, la igualdad de género y la protección de la salud y el bienestar de las niñas y las mujeres.
La MGF consiste en cortar o extirpar una parte o la totalidad de los genitales externos femeninos. Se practica sobre todo a bebés y niñas y puede causar graves daños físicos y psicológicos inmediatos y a largo plazo, como infecciones, complicaciones en la maternidad y trastornos de estrés postraumático.
La Ley (de Enmienda) de la Mujer de 2015 -un hito fundamental en el avance de la igualdad de género- es la culminación de años de promoción, compromiso comunitario y educación dirigidos a erradicar esta práctica nociva y cumplir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (5.3). Por lo tanto, es crucial que estas protecciones legales sigan en vigor.
Mantener la prohibición de la mutilación genital femenina
La decisión de mantener la prohibición de la mutilación genital femenina está en consonancia con los compromisos internacionales y regionales de Gambia para prevenir las prácticas nocivas contra las niñas y las mujeres, y es acorde a la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño y el Protocolo de Maputo que protege los derechos de las mujeres africanas.
Además de reconocer esta decisión crucial del Parlamento nacional, elogiamos los incansables esfuerzos de supervivientes, activistas, organizaciones de la sociedad civil y grupos religiosos que trabajan para acabar con la mutilación genital femenina. Mantener la prohibición apoya estas iniciativas de base, que son fundamentales para acabar con todas las formas de violencia, incluidas las prácticas nocivas, contra niñas y mujeres, y ofrecer un futuro más seguro y saludable a las niñas y mujeres de Gambia y de otros lugares.
Nunca se insistirá lo suficiente en la fragilidad de los avances para acabar con la mutilación genital femenina. Las agresiones contra los derechos de las mujeres y las niñas en países de todo el mundo han hecho que los logros conseguidos con tanto esfuerzo corran peligro de perderse.
En algunos países, los avances se han estancado o han retrocedido debido a la oposición a los derechos de las mujeres y las niñas, la inestabilidad y los conflictos, que han interrumpido los servicios y los programas de prevención.
Más del 73 % de las niñas y mujeres ya han sido sometidas a esta práctica
Por eso la prohibición legislativa de la MGF, aunque es una base fundamental para las intervenciones, no puede por sí sola acabar con la MGF. En la actualidad, más del 73 % de las niñas y mujeres de entre 15 y 49 años del país ya han sido sometidas a esta práctica nociva, y muchas de ellas antes de cumplir los cinco años.
Los últimos meses han puesto de relieve la necesidad de seguir abogando por avanzar en la igualdad de género, poner fin a la violencia contra niñas y mujeres y asegurar los logros alcanzados para acelerar el avance hacia el fin de la MGF. También se subraya la importancia de colaborar con las comunidades y las organizaciones locales, trabajar con los líderes tradicionales, políticos y religiosos, formar a los trabajadores sanitarios y sensibilizar eficazmente sobre los daños que causa esta práctica.
Apoyar a las supervivientes de la mutilación genital femenina sigue siendo tan urgente como siempre. Muchas sufren daños físicos y psicológicos a largo plazo que pueden derivarse del procedimiento, y necesitan atención médica y psicológica integral para curarse de las cicatrices infligidas por esta práctica nociva.
Seguimos firmes en nuestro compromiso de apoyar al gobierno, la sociedad civil y las comunidades de Gambia en la lucha contra la mutilación genital femenina. Juntos, no debemos descansar hasta garantizar que todas las niñas y mujeres puedan vivir libres de violencia y prácticas nocivas y viendo respetados sus derechos, su integridad corporal y su dignidad".
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