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Helsinki, 31 ene (EFE).- La compañía finlandesa de telecomunicaciones Nokia tuvo una pérdida neta atribuida de 554 millones de euros en 2018, lo que supone un descenso del 61,5 % respecto a los números rojos registrados el año anterior, informó hoy la empresa.
El beneficio bruto de Nokia en el pasado ejercicio ascendió a 8.446 millones de euros, un 8 % menos que en 2017, mientras que su resultado operativo pasó de los 16 millones de euros de beneficio hace dos años a los 59 millones de pérdidas en 2018.
Los resultados financieros del grupo se vieron lastrados una vez más por las partidas extraordinarias, en especial los 1.455 millones de euros en costes de depreciación y amortización tras absorber su rival franco-estadounidense Alcatel-Lucent.
Excluyendo los gastos e ingresos extraordinarios, su beneficio neto atribuido en 2018 ascendió a 1.272 millones de euros, un 32 % menos que el año anterior.
El grupo finlandés, que tras vender su negocio de móviles a Microsoft en 2016 se dedica principalmente a la comercialización de equipos de telecomunicaciones, facturó durante el pasado año 22.563 millones de euros.
Esta cifra supone una caída de las ventas del 3 %, aunque, según Nokia, el retroceso se debió al efecto negativo de los tipos de cambio del euro respecto a otras monedas, ya que con tipos constantes la facturación hubiera crecido un punto porcentual.
Nokia Networks, el negocio de redes de telecomunicación, facturó 20.212 millones de euros, un 2 % menos, tras registrar menores ventas en las tres áreas que componen actualmente esta división: redes de banda ultra ancha, servicios globales y redes IP y aplicaciones.
La facturación cayó en todas las regiones geográficas excepto en Latinoamérica, donde aumentó un 8 %, hasta 1.347 millones de euros, y en Norteamérica, su principal mercado, donde sus ventas alcanzaron los 6.313 millones de euros, un 1 % más.
La caída de la facturación provocó que la división de Networks perdiera rentabilidad y registrara un beneficio operativo de 7.400 millones de euros, un 7 % menos que en 2017.
Nokia Technologies, la división que gestiona su cartera de patentes y el negocio de licencias, ingresó 1.501 millones de euros, un 9 % menos.
Estos ingresos incluyen las regalías procedentes de la venta de los teléfonos móviles de la marca Nokia, fabricados bajo licencia y en exclusiva por la compañía finlandesa HMD Global.
La caída de los ingresos en esta división fue especialmente pronunciada durante el último trimestre del año y se tradujo en un descenso de su beneficio operativo anual del 7 %, al situarse en 1.479 millones de euros.
Pese a los discretos resultados anuales, el beneficio operativo del cuarto trimestre, excluyendo partidas extraordinarias, superó las expectativas de los analistas y alcanzó los 1.120 millones de euros, un 12 % más que en 2017.
El consejero delegado de Nokia, Rajeev Suri, expresó en un comunicado su satisfacción por los resultados durante ese trimestre, el segundo consecutivo de crecimiento interanual tanto de ventas como de beneficios en su negocio de redes de telecomunicaciones.
Asimismo, se mostró confiado en que el grupo finlandés crecerá paulatinamente durante los dos próximos años, gracias a las nuevas inversiones que las operadoras realizarán previsiblemente para actualizar sus equipos, especialmente en telefonía de quinta generación (5G).
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