Así era el reparto de tareas de la organización en la 'Operación Oikos'

La ‘Operación Oikos’ sigue revelando detalles de la trama amaños de partidos de fútbol encabezada presuntamente por Carlos Aranda y Raúl Bravo.

A Carlos Aranda se le implican hasta cuatro amaños diferentes

El sumario de la 'Operación Oikos' revela la conversación que inculpa a Carlos Aranda en el amaño del Valladolid-Valencia, en la que “deja claro que varios de los jugadores del Real Valladolid Club de Fútbol estaban al tanto del amaño del partido entre el Valencia FC y el Real Valladolid”.

La llamada que delata a Aranda se produjo el 21 de mayo. el jugador reconoce en la conversación con Ignacio Ojeda, uno de los miembros de su clan, que sabía que el Valencia ganaría al Valladolid y que había jugadores del Getafe vinculados a la trama.

Su confidencia se produce cuando ambos hablan de las pérdidas derivadas de fallar la apuesta combinada por el resultado del Getafe

“Lo mejor de todo es que yo sabía una apuesta sólo, que era que empataba y ganaba el Valencia. Yo no sé para qué Raúl (Bravo) me metió en la cabeza al Getafe, me hizo hablar con gente del Getafe y me cago en los muertos, que me dijeron ahí siete sólo. Y yo sabía que de siete había tres en el campo, te lo garantizo”.

Así quedaba la distribución de tareas

Las escuchas de la 'Operación Oikos' han permitido a los investigadores definir la estructura de la organización. Así, Aranda y Bravo se sitúan “en la cúspide”, con Iñigo López, Agustín Lasaosa y Mattia Mariotti “en los escalones intermedios”.

Los líderes se encargaban de “buscar los mejores tratos para predeterminar resultados de partidos de fútbol principalmente” y eran quienes “aportan el dinero para la compra de jugadores”, revela el sumario.

La función de los intermediarios (IñigoLópez, Carlos Caballero y Samuel Saíz) era “buscar jugadores a los que corromper, siendo el nexo con los líderes de la organización”.

El sumario destaca un tercer nivel, en el que se encuentran los “objetivos corrompidos”

Se trata de los “ejecutores directos de los amaños de los partidos y los principales responsables de que el acuerdo se produzca”. En este grupo se encuentran Agustín Lasaosa, Juan Carlos Galindo y Emilio Vega.

Éstos “percibirían retribuciones por parte de los líderes de la organización dependiendo de varios factores, siendo el principal la Liga en la que se encuentran jugando, ya que dependiendo de ello el beneficio obtenido por la organización será mayor o menor”.

El sumario del caso también apunta que “la corrupción deportiva alcanza a gran parte de la cúpula directiva” del Huesca y que “el hecho de que la SD Huesca amañó partidos en la temporada pasada era conocido por gran parte de la plantilla”.