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Bruselas, 25 feb (EFE).- Francia y Alemania han pactado una propuesta conjunta sobre el futuro "instrumento presupuestario" para la eurozona, que plantea que éste se destine a cofinanciar reformas e inversiones públicas nacionales con el fin de mejorar la competitividad y convergencia entre los países de la moneda única.
Según el texto del acuerdo, al que tuvo acceso Efe, este instrumento se enmarcaría dentro del presupuesto plurianual de la Unión Europea (UE), pero estaría controlado solo por los Estados que comparten el euro y vinculado al ciclo de coordinación y recomendaciones de política económica de la Comisión Europea, el llamado "Semestre Europeo".
Este instrumento responderá a la necesidad de que los países que comparten la misma moneda tengan la misma prosperidad, para lo que "deben presentar potenciales de crecimiento y competitividad similares", dijeron este lunes fuentes francesas.
Según el diseño franco-alemán, los países podrían utilizar este instrumento para costear reformas e inversiones públicas que hayan sido identificadas como relevantes dentro del "Semestre Europeo".
Los Estados miembros "estarían obligados a cofinanciar partes sustanciales de los proyectos de inversión", aunque en casos de crisis "severas" la parte de financiación que debería aportar el país podría ser reducida "temporalmente", especifica el documento, de cuatro páginas.
Para beneficiarse de financiación, los países tendrían que presentar sus planes de reformas o inversión a la Comisión, que se encargaría de aprobarlos consultando con los Estados miembros.
La entrega de los fondos "dependería de los progresos en la implementación" de estas reformas, y estarían sujetos a las condiciones habituales que se aplican a los fondos estructurales.
Además plantean que parte de los fondos del instrumento puedan utilizarse como avales para inversiones dentro del programa "Invest EU", el sucesor del "Plan Juncker".
La propuesta precisa que este instrumento se enmarcaría dentro del presupuesto plurianual de la UE, con lo que no sería un presupuesto independiente como hubiera preferido París, y que su tamaño se determinará dentro de la negociación de ese marco financiero.
Francia y Alemania aclaran que "no se basará en créditos" y proponen que se nutra de contribuciones nacionales, aunque contemplan también contar con recursos propios, como una tasa a las transacciones financieras que lleva años estancada en Europa.
El pacto incide en que las decisiones clave deben ser tomadas "solo por los Estados miembros participantes", es decir, por el Eurogrupo -los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona- y en las cumbres de líderes de países del euro, algo que proponen regular a través de un acuerdo intergubernamental.
París y Berlín argumentan que el instrumento tendría un "efecto estabilizador" en la eurozona en momentos de crisis, evitando que caiga la inversión y que aumenten las divergencias entre socios.
La propuesta de ambos países, que a finales de 2018 ya habían esbozado una idea mucho menos detallada de este instrumento, llega después de que en diciembre los líderes europeos acordasen empezar a trabajar en un embrión de presupuesto de la eurozona.
La iniciativa, impulsada por Francia desde el inicio en 2017 del mandato del presidente Emmanuel Macron, había chocado hasta entonces con el rechazo frontal de Holanda o los nórdicos, que ahora se han abierto a considerar un instrumento que será menos ambicioso que el planteado inicialmente por París, pero que de todas formas supondría un refuerzo para la eurozona.
La iniciativa franco-alemana deberá ser debatida ahora por el Eurogrupo, que espera presentar resultados sobre el instrumento presupuestario en junio.
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