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Aproximadamente un millón de personas con empleo viven en pobreza severa en España, es decir, que ingresan menos de 492 euros al mes, según el informe presentado recientemente por la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN).
El 36% de los españoles que viven con menos de 490 euros al mes tienen estudios
Concretamente, solo una de cada tres personas en este umbral de ingresos está en paro y más de una tercera parte tiene estudios, según apunta el informe ‘El paisaje del Abandono: la Pobreza Severa en España’ elaborado por esta ONG en base a la Encuesta de Condiciones de Vida de 2018.
Esta investigación presenta una radiografía del margen más extremo de la pobreza en España en el que viven 4,29 millones de personas, el 9,2% de la población del país.
Es posible tener un trabajo y seguir siendo pobre
Una de las revelaciones del estudio es que “cuando se trata de luchar contra la pobreza, es cierto que para no ser pobre hay que tener un trabajo, pero la inversa es falsa”, ya que “se puede conseguir un trabajo y ser pobre e, incluso, trabajar y ser muy pobre”.
En esta línea, solo una de cada tres personas adultas en pobreza severa está en paro. Las personas ocupadas suponen el 30,3% del total de la pobreza severa, mientras que el 8,2% están jubiladas y el 28,6 % son personas inactivas.
El fácil aumentar la pobreza severa
El informe de la EAPN sostiene que “la conclusión es que actuar sobre la cantidad de trabajo es importante, pero sólo mejoraría las condiciones del 32,8% que está en paro y, por sí solo, no resolverá el problema de la pobreza severa”.
Según el autor del estudio, Juan Carlos Llano, “es fácil aumentar la pobreza severa, pero es difícil que vuelva a su sitio”. Además, hay unidades familiares especialmente vulnerables a la pobreza, como las familias monoparentales -en su gran mayoría, monomarentales-, pues “la mitad son pobres y, dentro de ese grupo, la mitad está en pobreza severa”.
La pobreza incide en la vivienda y las necesidades básicas
Asimismo, el estudio destaca que una de cada tres personas en pobreza severa tiene estudios superiores o han superado la segunda etapa de educación secundaria. “Es gente que ha hecho los deberes, que han hecho lo que tenían que hacer y tendrían capacidad de tener un empleo normalizado, pero no lo consiguen”, explicaron desde EAPN.
Este margen más pobre de la población española se caracteriza no solo por su escaso nivel de ingresos, sino por las consecuencias que esto tiene sobre las condiciones de sus viviendas, su capacidad de afrontar gastos imprevistos o de poder satisfacer las necesidades de sus hijos e hijas.
Más del 70% de estas personas no se pueden permitir unas vacaciones
Solo el 48,9% de estas personas en pobreza severa tiene una vivienda en propiedad, ya sea totalmente pagada o con hipoteca pendiente, mientras que el 79,1% del resto de españoles sí tienen casa en propiedad.
Incluso, el 71,1% de las personas en esta situación no pueden permitirse unas vacaciones de al menos dos semanas al año, un 18,9% no puede tener un coche, un 23,2% no dispone de ordenador y el 16,2% no tiene acceso a una cuenta bancaria. Entre las personas que no están en pobreza severa los porcentajes son del 30,4%, el 3,7%, el 3,8% y el 6%, respectivamente.
No pueden tener una cuenta bancaria
Las consecuencias de estas carencias ahondan todavía más en su pobreza. Por ejemplo, no poder tener una cuenta bancaria impide, entre otras cosas, domiciliar ingresos o gastos tales como salarios o recibos de suministros. Tampoco pueden optar a un crédito o disponer de una línea de teléfono y de conexión a Internet con un mínimo de calidad.
“A veces, ser pobre también significa pagar mucho más caro”, aseguró Juan Carlos Llano, refiriéndose a que al no poder tener líneas de teléfono, emplean tarjetas de prepago, que son mucho más caras.
Ampliar el ingreso mínimo vital
El presidente de la EAPN, Carlos Susías, valoró positivamente la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) por parte del Gobierno durante la presentación del informe, ya se trata de una medida “estupenda y excepcional”. No obstante, precisó que espera que a lo largo del trámite parlamentario se introduzcan enmiendas y se amplíe su cobertura.
Asimismo, reprochó que el aporte que supone el ingreso mínimo se queda en su cuantía mínima 40 euros por debajo del umbral de ingresos en que se considera pobreza severa (492), al tiempo que recordó que hay colectivos que quedan excluidos, como los 600.000 migrantes en situación irregular.
Para concluir, el presidente recomendó a las comunidades autónomas que ya tienen rentas mínimas de inserción que complementen con esas partidas el ingreso mínimo vital o, al menos, que promuevan medidas para que llegue a aquellas personas que han quedado excluidas y aseguró que la organización “hará lo posible para que se amplíe la cobertura”.
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