10 regalos sostenibles para Navidad

Una de las cosas a tener en cuenta de cara a preparar las compras navideñas es cómo de amigables resultan de cara al medio ambiente. Es muy común la escena de abrir los regalos el Día de Reyes y encontrarse con que muchos de ellos necesitan pilas de litio, o bien son artículos con un tiempo de uso muy efímero, como juguetes cuyo sencillo funcionamiento provocan que los pequeños se aburran pronto. Estos aspectos, que hace años podían resultar baladíes, hoy en día cobran fuerza por la mayor sensibilización hacia el cambio climático, en un momento en el que los líderes mundiales tratan de ponerse de acuerdo para frenarlo.

Estos regalos no van a pilas

Las siguientes ideas no son, ni mucho menos, mejores o peores que las que cualquiera desee para sus seres queridos, simplemente son algo más ecológicas que el clásico artilugio a pilas.

Un curso a distancia

La huella de CO2 que deja un curso online es la misma que provoca una siesta o un 30 de febrero. Hay tal variedad de formaciones a distancia que es muy fácil acertar con la que puede necesitar un amigo o familiar. Además, hoy en día la precariedad laboral invita a estar lo más formados posibles, por lo que estos regalos son oro.

Un libro

El papel es un producto bueno para reciclar y, aunque conlleva una importante tala de árboles, su impacto sobre el medio ambiente es menor desde que se dejó de usar cloro para blanquearlo. Además, la vida de un libro puede ser muy larga si se cuida bien. Basta con donarlo a una biblioteca cuando uno no lo necesite. Para ser lo más sostenibles posible, las librerías pueden informar si el papel de sus libros es reciclado.

Un taller o cata

Hay talleres de cocina, de mindfulness, de actividades deportivas… las posibilidades para aprender de la mano de expertos son infinitas. Las catas, además de aprender sobre quesos, vino o cervezas, son momentos para pasar un rato agradable en compañía. Queda, por supuesto, el factor transporte. Ir y venir a estos sitios también puede dejar su huella de carbono en función del medio que escoja el afortunado del regalo. Igualmente, difícil será saber cuánto son de sostenibles los productos gastronómicos de una cata. Cuestión de lo fino que uno quiera hilar con sus regalos.

Un cultivo de setas

Recientemente han aparecido en el mercado kits de autocultivo de hongos con los que irse de setas es mucho más fácil.

Flores o plantas

¿Por qué no? Las floristerías están llenas de frondosas plantas, muchas de las cuales es posible mantener a lo largo del año o que se secan para quedar hermosas en el salón y sin necesidad de agua.

Un juguete eco

Los mercados navideños están llenos de juguetes artesanos. La madera es el material rey de estos regalos, si bien no vale cualquier madera. Hay empresas que hasta certifican que se trata de una madera sostenible, como alupé, que utilizan madera de haya, aliso, tilo y arce recolectada en bosques gestionados de forma sostenible en Europa, principalmente situados en Alemania. Cuentan con la certificación Well-managed Forest del FSC (Forest Stewardship Council), el organismo internacional que garantiza la gestión forestal responsable, la tala controlada y respetuosa con el medio ambiente y la reforestación.

Un artículo solidario

Son muchas las fundaciones que aprovechan fechas como las navideñas para lanzar campañas de concienciación y productos cuya parte de los beneficios van destinadas a causas solidarias, habitualmente investigación en enfermedades o proyectos en el Tercer Mundo. Es el caso, por ejemplo, del peluche 'Amuleto' para ayudar a luchar contra las enfermedades raras o el Baby Pelón para el caso del cáncer infantil.

Un masaje

Quien diga que no necesita un masaje, es que no ha probado nunca uno. Los trabajos de oficina o con carga física, las malas posturas en casa o el estrés convierten al masajista en una profesión imprescindible y a esta idea de regalos para Navidad en un salvavidas para la espalda.

Una obra de teatro, concierto o bono para el cine

No hay una única fecha para apoyar la cultura. Descubrir una obra en cartel, un artista revelación o apoyar a las salas de cine mientras se disfruta de un buen pack de ficciones o de documentales, dejará una huella imborrable en el cerebro y mínima en el medio ambiente. Vivan los regalos culturales.

Miel, queso o cualquier producto ecológico

Los regalos también pueden ser buenos para el paladar y el estómago. Hoy en día encontrar comida con certificación ecológica es fácil, especialmente en tiendas especializadas, donde cualquer simpático tendero estará encantado de darnos una recomendación.