Seat baraja un ERE temporal que afecta a 7.000 trabajadores

La dirección de Seat ha comunicado este martes a los sindicatos CC.OO., UGT y CGT su intención de solicitar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Esta medida coyuntural afectaría a unas 7.000 personas. En cuanto a su aplicación, se ejecutaría tanto en los turnos de producción ya perdidos en la fábrica de Martorell como los que se puedan dejar de trabajar a partir de ahora. El origen de todo esto es la falta de suministros a consecuencia de un incendio en su proveedor de salpicaderos Faurecia.

Seat reduce su producción por el incendio en la fábrica de uno de sus proveedores

En este sentido, ya se han dejado de fabricar 8.800 coches y se prevé que se puedan perder cerca de 14.000 unidades más. No obstante, este martes se ha reanudado la fabricación en la línea 1, la del Ibiza y el Arona. Dicha línea representa el 50% del volumen de producción de la planta.

Algo más va a tardar la normalización de las líneas del León y el Audi A-1. Y es que los salpicaderos necesarios se fabrican en la República Checa y en Alemania.

En mitad de todo esto, CC.OO y UGT se mostraron abiertos a negociar una alternativa al ERTE. De este modo, plantean habilitar como días laborales los días 18, 19 y 20 de diciembre, que según el calendario pactado anteriormente son festivos. La empresa ha comunicado que tomará una decisión este jueves para poder acordar lo necesario.

Desde la compañía esperan llegar a un acuerdo que evite el ERTE

La planta de Martorell lleva paralizada desde el miércoles pasado después del incendio sufrido por Faurecia. Esto ha impactado por ende a toda la cadena de proveedores de la compañía que preside Luca de Meo.

Así, hasta 70.000 trabajadores están afectados por este incidente. El parón compromete el objetivo de Seat de terminar el año con una producción en la planta de Martorell superior a las 500.000 unidades. Habría sido el segundo mejor ejercicio de su historia, después del 2000.

La normalización de la línea 1 permitirá volver al trabajo a unas 2.700 personas, pero cerca de 4.000 seguirán en sus casas. De momento, la medida no ha supuesto ningún tipo de recorte salarial.