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Un seguro de vida-ahorro es un producto financiero, comercializado por las aseguradoras, que permite obtener una rentabilidad del dinero depositado en él.
Los aumentos en los tipos de interés implementadas por el Banco Central Europeo (BCE) desde el verano de 2022 con el fin de contener la inflación han desencadenado una intensa competencia entre bancos y aseguradoras por atraer a los ahorradores más conservadores.
Por ello, las compañías de seguros han apostado por el negocio de vida-ahorro, ofreciendo rentabilidades garantizadas de hasta el 3,5 %. En 2023, estos productos financieros alcanzaron un total de 196.483 millones de euros, lo que representa un incremento del 5,35 % respecto al cierre de 2022, según datos proporcionados por Unespa, la patronal que representa al 96 % del mercado español de seguros.
Los datos reflejan que el seguro de vida-ahorro aún tiene recorrido en España
Según la patronal, estos datos indican que el negocio de seguros de vida-ahorro aún tiene un potencial considerable en España. Además, señalan que para el año 2024 se espera que los ahorradores continúen optando por estos productos tanto para rentabilizar sus ahorros como para invertir.
Mirenchu del Valle, presidenta de Unespa, compartió en una entrevista con Servimedia que el aumento de los tipos de interés ha posibilitado la reintroducción de una oferta de productos altamente demandados por los ciudadanos, como los productos garantizados a vencimiento, lo que ha permitido a las aseguradoras ofrecer rentabilidades más atractivas.
En cuanto a la perspectiva para 2024, Del Valle sugirió que cualquier disminución en los tipos de interés será gradual, lo que implica que seguirá habiendo demanda de este tipo de seguros.
Características de los seguros
Según cuenta BBVA en su blog financiero, “el seguro de vida ahorro es como combinar un plan de ahorro con un seguro de vida”. Sin embargo, hay muchas formas diferentes de este seguro que se ajustan a las distintas necesidades de ahorro de las personas. Algunos permiten hacer aportaciones periódicas, cambiarlas o detenerlas si es necesario, mientras que otros se establecen con una sola aportación inicial.
Su objetivo es ahorrar e invertir, lo que puede servir para aumentar nuestra pensión de jubilación. Su funcionamiento es simple: entregamos cierta cantidad de dinero a una compañía de seguros en un plazo acordado, y ellos se comprometen a devolvernos ese dinero más los intereses acordados. Si fallecemos, la póliza del seguro, la prima y los intereses se transfieren a nuestros herederos.
En términos de beneficios fiscales, la principal ventaja es está en que solo se paga impuesto sobre los intereses que el dinero invertido genere cuando se reciben las prestaciones.
Este tipo de seguro, suele ofrecer una cobertura por fallecimiento limitada, ya que se centra más en el aspecto financiero. Por lo general, las ganancias están garantizadas, aunque también hay modalidades con mayor riesgo.
Dentro de este tipo de seguros, hay una variedad de opciones, como los Planes de Previsión Asegurados (PPA), Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), Seguros Individuales de Ahorro a Largo Plazo (SIALP), entre otros. Sus diferencias suelen estar relacionadas con los impuestos, el monto máximo a invertir, el riesgo y la disponibilidad del dinero.
Unit-linked, el seguro más arriesgado
Entre ellos, el más arriesgado es el unit-linked, donde gran parte del dinero se invierte en una cartera de productos vinculados a fondos de inversión, lo que está sujeto a los cambios del mercado. Aunque puede tener una alta rentabilidad, llegando incluso al 10 %, también implica mayores riesgos.
Por otro lado, uno de los más seguros son los SIALP. Su principal ventaja es su tratamiento fiscal, ya que los beneficios que se obtienen están libres de impuestos si se mantiene la inversión por al menos cinco años y las aportaciones no superan los 5.000 euros anuales por persona.
Comisiones
Antes de decidirte a contratar este tipo de productos y otros similares, es importante prestar atención a los detalles, como aconsejan asociaciones de consumidores y clientes de bancos, como Asufin o Adicae.
Esto se debe a que las condiciones para contratar seguros de vida-ahorro no son tan uniformes como, por ejemplo, los depósitos bancarios o las cuentas corrientes, que suelen ser iguales en todas las entidades financieras. Por lo tanto, es común que desconozcamos las comisiones que conlleva la contratación, así como si podemos o no retirar nuestro dinero después de cierto tiempo.
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