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Más de tres cuartas partes de la selva amazónica han perdido capacidad de recuperarse de episodios adversos como sequías o incendios desde principios de este siglo.
Es por ello que los expertos creen que la Amazonía pronto podría alcanzar un "punto de inflexión" que provocaría una "muerte regresiva" y convertiría gran parte de esa masa boscosa tropical en sabana.
Que la selva amazónica se convierta en una sabana acarrearía grandes impactos en la biodiversidad, el almacenamiento global de carbono y el cambio climático.
Si la selva amazónica colapsa, el resto del mundo sufrirá sus graves efectos
Así se explica en un estudio elaborado por investigadores del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y la Universidad Técnica de Múnich y el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (Alemania), y publicado este lunes en la revista 'Nature Climate Change'.
No está claro cuándo podría alcanzarse ese punto crítico, pero el estudio señala que la pérdida de resiliencia de la selva amazónica es "consistente" con un punto de inflexión que se aproxima.
"La selva amazónica es un sistema muy complejo, por lo que es muy difícil predecir si se alcanzará un punto de inflexión y cuándo", añade Chris Boulton, del Instituto de Sistemas Globales de Exeter.
"Nuestro estudio analizó en detalle los cambios de mes a mes a medida que el bosque respondía a las condiciones climáticas fluctuantes. Estudiamos métricas que teóricamente están relacionadas con la tasa de recuperación después de perturbaciones (eventos externos que afectan el bosque), para ver cómo ha cambiado la resiliencia del ecosistema amazónico en las últimas décadas, añade Boulton.
Este investigador apunta que la resiliencia de la selva amazónica disminuyó durante las sequías de 2005 y 2010, lo que formó parte de una reducción continua desde principios de la década de 2000 hasta 2016, año con los datos más recientes. "En consecuencia, esperaríamos que el bosque se recupere más lentamente de una sequía ahora que hace 20 años", resume.
La resiliencia de la selva amazónica aumentó desde 1991 hasta alrededor de 2000, pero desde entonces se ha producido una disminución constante que ha mantenido la capacidad de recuperación muy por debajo de los niveles de 1991.
"Es probable que la deforestación y el cambio climático sean los principales impulsores de esta disminución", subraya Niklas Boers, de la Universidad Técnica de Múnich y el Instituto Potsdam.
"La resiliencia se está perdiendo más rápido en partes de la selva tropical que están más cerca de la actividad humana, así como en aquéllas con menos lluvia. Muchos investigadores han teorizado que se podría llegar a un punto de inflexión, pero nuestro estudio proporciona evidencia empírica vital de que nos estamos acercando a ese umbral", apunta Niklas.
Lo que se está perdiendo es el poder restaurador de este ecosistema
"La selva tropical puede verse más o menos igual, pero puede estar perdiendo resiliencia, lo que hace que sea más lenta para recuperarse de un evento importante como una sequía", indica Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de Exeter.
El experto añade que "si se pierde demasiada resiliencia, la muerte regresiva puede volverse inevitable, pero eso no será evidente hasta que ocurra un evento importante que incline el sistema".
Lenton apunta que "muchos factores interrelacionados, como las sequías, los incendios, la deforestación, la degradación y el cambio climático, podrían combinarse para reducir la resiliencia y desencadenar el cruce de un punto de inflexión en la Amazonía".
"Esto brinda nueva evidencia convincente para respaldar los esfuerzos en revertir la deforestación y la degradación del la selva amazónica para devolver algo de resiliencia contra el cambio climático en curso".
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