Cómo actuar ante una persona cercana con alto riesgo de suicidio

Para Albert Camus, "el único problema filosóficamente serio" es el suicidio, tal y como reza una frase del personaje Marta en su obra de teatro 'El malentendido'.

El suicidio, la principal muerte de causa externa (no natural), aumentó un 7 % en 2020 respecto a 2019 en España. Son muchos los que apuntan a la pandemia como un instrumento de depresión y por desgracia también de esta trágica causa de muerte. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que cada 40 segundos alguien muere por suicidio en el mundo. Frente a este problema de Salud Pública, el Congreso aprobó el 28 de septiembre continuar la tramitación de la Ley General de Salud Mental, que pretende garantizar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas.

Uno de los principales problemas de la depresión, patología que muchas veces lleva al suicidio, es la dificultad de reconocer y hablar abiertamente sobre ella. Un entorno fuerte es tan importante como la normalización y fácil acceso a ayuda a la salud mental.

Interpretar las señales

La mayoría de referencias sobre este tema apuntan a la importancia de entender las señales que la persona con problemas muestra. La OMS apunta que “la mayoría de los suicidios han sido precedidos por señales de advertencia, ya sean verbales o conductuales”. “Por supuesto, algunos suicidios ocurren sin previo aviso. Pero es importante comprender cuáles son las señales de advertencia y estar atento a ellas”, añade en declaraciones recogidas por Newtral.

En estos casos, lo mejor es acudir a informes de expertos como la Guía informativa para la detección y prevención del suicidio, elaborada por el Colegio Profesional de Psicología de Aragón, el Teléfono de la Esperanza, la Asociación de Periodistas de Aragón y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud. La guía es clara a la hora de afirmar que estudios recientes concluyen que la prevención de la conducta suicida es posible con estrategias multisectoriales e integrales. Algunas de las claves del estudio indican que:

• Los grupos que sufren discriminación y marginalidad presentan una mayor vulnerabilidad.
• La población infantil y juvenil resulta un grupo de edad especialmente vulnerable al impacto emocional, en mayor medida si han sufrido abuso sexual, acoso escolar o cualquier otro tipo de maltrato, pudiéndose incrementar el riesgo de conductas suicidas.
• Las personas que padecen un trastorno mental tienen mayor riesgo de llevar a cabo un suicidio. El trastorno depresivo, el trastorno bipolar, los trastornos relacionados con sustancias o trastornos adictivos, la esquizofrenia, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de personalidad y los trastornos de la conducta alimentaria, son algunos de los trastornos que pueden suponer un factor de riesgo aña- dido en la ideación y la conducta suicida.

Hay que tener en cuenta en primer lugar la ideación (presencia persistente de ideas encaminadas a cometer un acto suicida). Estos son deseos, pensamientos, planes. La mezcla de emociones negativas intensas y sentimientos de desesperanza provocan ideas con el objetivo de desarrollar planes para cometer un suicidio.

El Teléfono de la Esperanza de Aragón recibe de forma anónima llamadas relativas a crisis humanas, especialmente soledad e incomunicación, depresión, ansiedad y crisis de angustia grave, duelo, problemática familiar... por lo que, si conocemos a alguien con este tipo de problemas, será más fácil anticiparse a una situación límite para pedir ayuda a tiempo.

Frente a otros problemas como los "accidentes de tráfico" o la "violencia de género", la guía denuncia que "existe una cultura de silencio sobre el suicidio, ya que no encontramos planes multidisciplinares sólidos de prevención, intervención con las personas en riesgo, tratamiento de las personas con intentos fallidos o seres queridos de las personas que sí que han perdido la vida por este motivo".

Las señales significativas que emite una persona con esta tendencia son:

• Habla de suicidarse y/o verbaliza: "Quiero matarme "o “Voy a suicidarme”.
• Hace comentarios como: “No seré un problema por mucho tiempo” o “Si me pasa algo, que sepáis que...”.
• Comunica sentimientos de soledad y aislamiento con afectación emocional.
• Manifiesta emociones contenidas de alejamiento y huida.
• Expresa sentimientos de impotencia, inutilidad, fracaso, pérdida de autoestima, desesperanza...
• No responde a los elogios.
• Tiene dificultades para comer o dormir.
• Muestra cambios radicales en su comportamiento.
• Se aleja de sus amistades y/o actividades sociales.
• Pierde el interés en sus aficiones, sus estudios o su trabajo.
• Regala sus posesiones más apreciadas.
• Corre riesgos innecesarios.
• Pierde el interés en su apariencia personal. Autocuidado deficiente.
• Se observa un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas o de drogas.
• Cierra asuntos, visita o llama a personas para despedirse.
• Piensa que su sufrimiento es muy grande o ha durado tanto que cree que ya no puede con él.
• Piensa constantemente en la muerte como un medio para no sufrir.
• Tiene ideas definidas sobre cómo quitarse la vida.
• Le da vueltas a problemas que cree que no tienen solución.
• Escucha voces que le instruyen a hacer algo peligroso.
• Empeora un posible estado de depresión( tristeza profunda).

También esclarece hábitos saludables que ayudan a prevenir el suicidio:

• Evitar la violencia para la resolución de conflictos o superación de problemas.
• Aprender a modularlaira.
• Aprender a controlar los impulsos.
• Confiar en uno/amismo/a.
• Desarrollar habilidades sociales y comunicativas.
• Abrirse a nuevos conocimientos y experiencias que nos aporten otras personas.
• Llevar un estilo de vida saludable que favorezca la salud física y mental.

Aunque la persona sienta que su abatimiento no va a terminar, es importante reconocer que las crisis no son permanentes, por lo que el entorno de esta persona debería dejarle claro esto. También evitar a toda costa que consuma alcohol, drogas u otras sustancias y ayudarle a relacionarse con otras personas.

Teléfono de la esperanza contra el suicidio

La Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza tiene en funcionamiento el número 717 003 717 para prevenir el suicidio y servir de apoyo a todo el que lo necesite.

Prevenir el suicidio es tan importante como combatir el odio en las redes sociales

Sin intención siquiera de sugerir una causa ante la desgracia del fallecimiento de Verónica Forqué, basta con limitarse a reproducir las palabras de su compañera de profesión, Silvia Marsó, recogidas por Divinity, para apuntar al ataque que sufrió como una de las posibles causas que incrementaron su malestar personal. "Efectivamente, no se encontraba bien, lo que pasa es que las redes y toda la presión que sufrió, los descalificativos, esos juicios, cuando una persona está enferma cambia su carácter".

Por su parte, Arturo Valls, dijo: "Hay que revisar esto y revisarnos también como sociedad, qué estamos haciendo con las redes sociales, con la televisión, gente que está débil no deberíamos exponerla de esa manera, esto a lo mejor hay que analizarlo más adelante. Que una noticia triste como esta sirva para mejorar como sociedad".

Otro actor, José Manuel Seda, esgrimió que "las redes sociales hoy en día son muy crueles. Es un programa además que estaba grabado y que ella no era consciente de lo que iba a verse ahí después. No lo sé, creo que no se le ha tratado con la suficiente sensibilidad pero no soy nadie, no sé la intra-historia, a lo mejor me he equivocado, no sé. Hay momentos en los que a las personas mayores hay que tratarlas con más respeto", pedía. No hay que olvidar que no son las redes sociales las que insultan sino las personas, las cuales habría que poner frente a la cara de los que lo hacen para sacar en claro cuánto están dispuestos a herir.

Tania Llasera, otra de las actrices que se ha pronunciado tras la muerte de Forqué, dijo a colación de su suicidio que considera que la salud mental "no tiene suficiente cabida en este país". "Yo creo que va siendo hora", añadió con acierto.

Aparte de sus supuestos problemas de depresión, hay que ponerse en la piel de una persona que gozaba de enorme respeto por parte del público, y que de la noche a la mañana vio cómo muchos la criticaban, un verbo al que una actriz como ella no estaba acostumbrada. Deberían investigarse métodos de bloqueo y sanción a todo comentario hiriente. Mientras tanto, el apoyo psicológico o una simple normalización de estos foros harían ignorar por completo esta clase de odio. Si bien el dicho dice "A palabras necias, oídos sordos", no es tan fácil de asumir para muchas personas, especialmente de las que han vivido del reconocimiento del público.

Cabría preguntarse también por qué en estos espacios el odio se cultiva de semejante manera, así cuáles son sus raíces para estudiarlo y ponerle freno.