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Una especie de tortuga gigante de las islas Galápagos ha sido encontrada viva después de que durante mucho tiempo se creyera extinta hace más de un siglo.
Se trata de la tortuga gigante de Fernandina o fantástica (‘Chelonoidis phantasticus’), llamada Fernanda y que es la primera de su especie identificada desde 1906, según se explica en un estudio publicado este jueves en la revista ‘Communications Biology’.
Esa especie de tortuga gigante se conocía a partir de un solo espécimen hallado en 1906. El descubrimiento en 2019 de una tortuga hembra que vivía en la isla Fernandina ofreció la oportunidad de determinar si la especie aún vive.
La tortuga gigante que volvió a la vida
"Durante muchos años se pensó que el espécimen original recolectado en 1906 había sido trasplantado a la isla, ya que era el único de su tipo", apuntó Peter Grant, profesor de zoología en la Universidad de Princeton que ha pasado más de 40 años estudiando la evolución de las tortugas en las islas Galápagos. "Ahora parece ser uno de los pocos que estaban vivos hace un siglo", añadió.
Las tortugas no pueden nadar de una isla a otra, pero flotan y pueden ser transportadas de una isla de Galápagos a otra durante huracanes u otras tormentas importantes.
También hay registros históricos de gente de mar que transportaba tortugas entre islas. “Como mucha gente, mi sospecha inicial fue que no se trataba de una tortuga nativa de la isla Fernandina”, recalcó Gaughran.
Desde 1906, evidencia escasa pero convincente ha insinuado que la especies de tortuga gigante aún podría vivir en la isla Fernandina, un volcán activo en el borde occidental del archipiélago de Galápagos que tiene fama de ser la isla virgen más grande de la Tierra.
Un solo espécimen fue recogido por el explorador Rollo Beck durante una expedición de 1906. Desde su descubrimiento en 1906, la supervivencia de la tortuga gigante de Fernandina sigue siendo una pregunta abierta para los biólogos.
En 1964 se encontraron 18 excrementos atribuibles a tortugas en las laderas occidentales de la isla. En la década de 2000 se informó de heces y una posible observación visual desde un avión y en 2014 se vio otro posible excremento de tortuga.
La isla ha permanecido en gran parte inexplorada debido a los extensos campos de lava que bloquean el acceso al interior de la isla.
“Fernandina es la más alta de las islas Galápagos, geológicamente joven y es principalmente una enorme pila de bloques irregulares de lava marrón; Rosemary y yo una vez subimos a la cima”, indicó Grant, refiriéndose a su esposa y socia de investigación Rosemary Grant, bióloga emérita de investigación senior en Princeton.
Expediciones y posibles parientes de Fernanda
Los científicos creen que Fernanda tiene más de 50 años, pero es pequeña posiblemente porque la vegetación limitada atrofió su crecimiento. De manera alentadora, se encontraron huellas y excrementos recientes de al menos dos o tres otras tortugas durante otras expediciones recientes en la isla.
“El descubrimiento nos informa sobre especies raras que pueden persistir en lugares aislados durante mucho tiempo. Esta información es importante para la conservación. Alienta a los biólogos a buscar con más ahínco los últimos individuos de una población para salvarlos del borde de la extinción”, concluyó Grant.
La tortuga gigante Fernanda se encuentra ahora en el Centro de Tortugas del Parque Nacional Galápagos, un centro de rescate y reproducción donde los expertos ven qué pueden hacer para mantener viva su especie.
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