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Conseguir un trabajo decente no siempre es fácil. Da igual de la zona del mundo de la que hablemos porque este tipo de empleos existen tanto en economías desarrolladas como en los países más atrasados.
Además, tener un empleo no supone salir de la pobreza de manera automática, ya que hay salarios tan bajos que millones de familias en todo el mundo son pobres a pesar de tener ingresos por el trabajo, como recoge la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
En este sentido, el Objetivo número 8 de la Agenda 2030 para el Desarrollo sostenible relaciona el empleo decente y desarrollo económico para explicar la situación actual en el mundo.
Trabajo decente para lograr un crecimiento económico sostenible
Partimos de una realidad: una tercera parte de la población activa mundial no genera suficientes ingresos para mantenerse y mantener a su familia por encima del umbral de pobreza. Es decir, son trabajadores pobres.
En la misma línea, más del 60% de la fuerza de trabajo se encuentra en la economía informal o economía sumergida. Así, tres cuartas partes de los trabajadores de África y Asia tienen un empleo vulnerable.
Pero si hablamos de condiciones laborales los datos tampoco mejoran. Ni siquiera hay registros oficiales pero millones de personas en todo el mundo realizan labores en condiciones de inseguridad. Muchos sufren discriminación por las razones que sean y lo peor es que tampoco tienen herramientas para reclamar un empleo digno.
Asimismo, las pésimas condiciones de seguridad en el trabajo cuestan cada año alrededor de 2,3 millones de muertes.
Crear empleo no supone salir de la pobreza
En este contexto, más de uno de cada cinco jóvenes no tiene ni empleo, ni estudia, ni recibe formación, y la tasa mundial de desempleo juvenil es cuatro veces superior a la de los adultos.
Desde la OIT destacan que no solo es importante la cantidad de puestos de trabajo creados, sino la calidad de los mismos. Porque de ello depende conseguir un crecimiento económico sostenible e inclusivo.
Si los puestos de trabajo son de mala calidad y no aseguran un nivel de vida decente para sus trabajadores, entonces no podemos hablar de trabajo decente y la gente seguirá en condiciones de pobreza.
El trabajo decente en las empresas
Parte de la respuesta reside en que las micro, pequeñas y medianas empresas generan el 60% de los puestos de trabajo. Al tratarse de organizaciones con menos medios, la calidad del empleo también se resiente impidiendo el progreso económico.
Por eso es importante fomentar la igualdad de oportunidades en este tipo de empresas, ya que esto repercutirá en una mejora de las condiciones de trabajo. Es una tarea costosa porque su dimensión en global, por eso mismo es necesario el compromiso de todos los gobiernos en busca de unas condiciones óptimas de sus ciudadanos.
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