Contra el trabajo infantil, yo elijo comercio justo

Las organizaciones de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo animan a consumidores, niños, familias y ciudadanía en general a mostrar su compromiso contra el trabajo infantil en redes sociales.

Bajo el lema 'Contra el trabajo infantil, yo elijo comercio justo', la coordinadora ha lanzado una campaña en vísperas del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que se celebra el sábado, 12 de junio.

La iniciativa insta a los participantes a subir a sus redes fotografías con este mensaje o con algún producto de comercio justo bajo la etiqueta #yoelijocomerciojusto. También pueden colorear la versión en blanco y negro del cartel o realizar un dibujo relativo a este mismo tema. Además, esta campaña pretende subrayar que detrás de los muchos productos que se consumen de forma cotidiana hay explotación laboral de menores.

El trabajo infantil priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico

Naciones Unidas nombró 2021 Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, que según los datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y Unicef ha aumentado por primera vez en 20 años.

En la actualidad hay 160 millones de menores de 17 años que trabajan, aunque se estima que la cifra real podría ser mucho mayor.

Las más de 3.000 organizaciones productoras pertenecientes a la red internacional de comercio justo se comprometen a no explotar mano de obra infantil, y deben también adherirse a la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de la Infancia y cumplir sus legislaciones nacionales en este sentido.

Muchas de ellas invierten, además, la prima social que los consumidores pagan por productos de comercio justo en proyectos de educación y desarrollo infantil en sus comunidades.

El movimiento por un comercio justo promueve formas de producción socialmente, económicamente y ambientalmente más sostenibles e inclusivas, naturalmente en concordancia con las normas laborales internacionales y el fomento del trabajo decente.

El trabajo infantil y el trabajo forzoso son perjudiciales para las personas

Tanto desde el punto de vista de su bienestar físico, como de su seguridad, salud y bienestar psicológico y emocional y para toda la comunidad.

El trabajo infantil, además de las consecuencias negativas que tiene para el desarrollo físico y mental de niños y niñas, tiene repercusiones evidentes en su futura inclusión en la vida productiva y en la capacidad de la futura fuerza laboral adulta: los futuros adultos pueden ver afectado su nivel de cualificación laboral (por el bajo nivel educativo o la falta de oportunidades de formación) y su efectividad en el trabajo.

La agricultura es el sector en el que el trabajo infantil está más presente. El 71 % de los menores que trabajan lo hacen en este sector. Por regiones, casi la mitad del trabajo infantil (72 millones) se concentra en África, donde casi el 20 de los menores de este continente trabajan ; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10,7 millones en las Américas; 1,1 millones en los Estados Árabes; y 5,5 millones en Europa y Asia Central.

Reconocemos que existen formas de trabajo de niños, niñas y adolescentes que son positivas y que se dan principalmente en el ámbito familiar, permitiendo su formación, aprendizaje y su futura inclusión en el ámbito productivo y hacia formas de trabajo decentes: el trabajo que los hijos e hijas de los productores realizan en sus hogares, o en las parcelas, puede reflejar una decisión importante de la familia, para que sus hijos aprendan y valoren la actividad agrícola y sus contribuciones al bienestar de los hogares rurales; para que comprendan quiénes son, de dónde vienen y quiénes pueden llegar a ser en el futuro.

Dentro de los esquemas productivos de comercio justo, la participación de los niños y niñas en la economía familiar es permitida y fomentada siempre y cuando no interfiera con la educación, los tiempos del estudio, el ocio y descanso; y siempre y cuando las tareas que se realicen sean ligeras, no peligrosas, estén supervisadas por familiares adultos y no perjudiquen su desarrollo y bienestar.

Desde GNDiario hacemos un llamamiento a todos los actores involucrados en el comercio justo, así como a instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil, a trabajar juntos con los productores y trabajadores para asegurar ingresos y salarios dignos, y garantizar condiciones laborales, sociales y ambientales adecuadas. Solo uniendo esfuerzos a los largo de toda la cadena, podemos construir patrones de producción y consumo más sostenible y responder al desafío global de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.