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La violencia de género se cobró la vida de una mujer cada 7,5 días en 2022. Durante ese año, 49 mujeres fueron asesinadas en España por sus parejas o exparejas, dato que sitúa en 59,2 el promedio de casos anuales en el periodo que va desde 2003 (año en el que se empezaron a contabilizar las víctimas mortales) hasta el 31 de diciembre de 2022, año en que se registró la tasa más baja de feminicidios desde 2003.
Un total de 20 de las 49 víctimas habían presentado denuncia previa; de esas 20, 14 mantenían la convivencia con sus agresores en el momento de los hechos. Dos menores de edad, un niño y una niña, engrosan la lista de víctimas mortales de la violencia machista en 2022. Otros 37 quedaron huérfanos a lo largo del año.
Durante el mismo periodo, se registraron tres casos de violencia doméstica íntima en los que dos hombres y una mujer fueron asesinados por sus parejas o exparejas, todas ellas mujeres. Ninguna de las tres parejas tenía hijos y sólo una de las víctimas había denunciado previamente a su agresora.
La violencia doméstica íntima es aquella que se produce en el ámbito de la pareja o expareja, excluyendo los casos en los que el agresor es un hombre y la víctima una mujer. Incluye, por tanto, agresiones de mujeres a sus parejas o exparejas varones y agresiones ocurridas en el seno de parejas o exparejas homosexuales.
La cifra que indica que no hay violencia de género es CERO
Estos y otros datos están recogidos en el ‘Informe sobre víctimas mortales de la violencia de género y doméstica en el ámbito de la pareja o expareja durante 2022’, hecho público hoy por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El estudio, realizado a partir de información extraída de los procedimientos judiciales, tiene como finalidad ahondar en el conocimiento de este tipo de violencia a través de las circunstancias específicas de cada caso, detectar posibles espacios ciegos en la respuesta institucional y proponer las mejoras necesarias.
Las historias y narrativas de víctimas y agresores recogidas en el informe pueden representar “una buena fuente tanto para la propuesta de reformas como para la práctica legal, jurídica y de provisión de servicios y recursos especializados, ya que pone en evidencia los eventuales fallos o vacíos del sistema de protección” a las víctimas.
El objeto de análisis se limita necesariamente al ámbito de la pareja o expareja, sin entrar en el estudio de otras manifestaciones de violencia sobre la mujer que se recogen en el Convenio de Estambul y en el Pacto de Estado de 2017 y que suponen una ampliación del concepto de violencia de género que la legislación española no ha incorporado aún.
Respecto a la violencia doméstica íntima, el informe señala que, pese a las enormes diferencias que la separan de la violencia de género, tanto cuantitativas (tres víctimas frente a 49) como cualitativas (tipificación delictiva, existencia de delitos conexos, presencia de menores testigos o existencia de la llamada violencia de respuesta), “reclama la atención y la activación de todos los mecanismos de protección garantizados por nuestro Estado de derecho”.
Así solo sea 1 la víctima en un año de ese tipo de violencia, es algo intolerable
El año 2022 se cerró con el mismo número de víctimas mortales de la violencia de género que 2021: 49. Un número que pese a ser el más bajo de la serie histórica y pese a arrojar una tasa de feminicidios por cada millón de mujeres de 2,36, también la más baja desde que existen estadísticas, ha merecido por el Observatorio una valoración hecha desde la cautela y desde la convicción de que es una cifra “intolerable” de asesinatos machistas y que, por tanto, “justifica el pleno mantenimiento y la vocación de perfeccionamiento de las políticas públicas de protección a las víctimas de la violencia de género”.
Durante el año analizado, sólo cinco Comunidades Autónomas no registraron feminicidios: Asturias, Cantabria, Baleares, Galicia y La Rioja.
La más castigada, con una tasa de feminicidios por cada millón de mujeres de más de 15 años del 8,08 fue Castilla-La Mancha. Por provincias, fue en Madrid, Barcelona y Sevilla, donde se produjeron un mayor número de asesinatos machistas.
El perfil de las víctimas de violencia de género que puede extraerse de los datos contenidos en los procedimientos judiciales muestra la diversidad que caracteriza este fenómeno criminal, que no distingue por nacionalidad, grupo étnico o clase social, ni por nivel de estudios o edad.
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