El dióxido de azufre (SO2) emitido por el volcán Cumbre Vieja en isla La Palma, se dirige al continente americano. Inflamación respiratoria, insuficiencias pulmonares o ansiedad son algunas de las consecuencias de este gas.
El Área de Intervención Psicológica en Emergencias y Catástrofes del Consejo General de la Psicología de España instó a “no olvidar nunca que detrás de las tragedias hay personas que están sufriendo”.