Lectura fácil
Cerca del 6 % de las lesiones medulares en España, lo que se traduce en entre 800 y 1.000 casos cada año, se producen por zambullidas imprudentes en el mar, piscinas, ríos y pantanos, según datos de la Fundación Lesionado Medular. Este problema afecta especialmente a personas menores de 30 años y ocurre con mayor frecuencia durante los meses de verano.
Aunque pueda parecer que las piscinas presentan menos riesgos, el 75 % de las lesiones graves por zambullidas se producen en ellas. Por eso, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) alerta sobre los riesgos que pueden suponer estas prácticas, especialmente durante los meses de julio y agosto, que suelen ser particularmente calurosos y propicios para el baño.
Seis recomendaciones para prevenir lesiones por zambullidas
Los fisioterapeutas madrileños recuerdan el peligro de lanzarse al agua desde una altura elevada, ya sea un trampolín o una roca. Esto es especialmente peligroso para quienes no tienen una preparación previa, ya que pueden zambullirse en una zona sin la profundidad adecuada o hacerlo de un modo incorrecto, provocando una lesión.
Para evitar accidentes, el CPFCM ofrece varias recomendaciones
1. Extremar las medidas de precaución: La mejor manera de prevenir lesiones es evitar las zambullidas imprudentes y no lanzarse al agua desde una altura elevada, ni siquiera desde un trampolín, sin el entrenamiento adecuado y la formación específica.
2. Evitar zonas de profundidad desconocida: No hay que tirarse al agua en zonas donde se desconozca la profundidad o donde esta pueda haber variado, como en playas, ríos y pantanos. También se debe evitar zambullirse en lugares con aguas turbias, que impidan ver el fondo.
3. Entrar en el agua de forma progresiva: Es recomendable entrar al agua caminando y con cuidado. Incluso correr hacia el agua y lanzarse de cabeza contra una ola puede causar una lesión vertebral grave.
4. Saltar al agua con los brazos extendidos: Al lanzarse, es importante hacerlo con los brazos extendidos para proteger la cabeza y el cuello. En caso de impacto, los brazos ayudan a evitar un mal gesto del cuello que puede generar problemas cervicales. Es preferible tirarse de pie que de cabeza.
5. Evitar corrientes o mareas cambiantes: Estas condiciones pueden ser peligrosas, incluso para bañistas experimentados. Es esencial conocer bien la zona antes de adentrarse en el agua.
6. Actuar con cuidado en caso de accidente: Si ocurre un accidente por una mala zambullida, hay que sacar a la persona del agua con sumo cuidado, moviendo el cuerpo en bloque para evitar lesiones en el cuello o la columna. Es crucial llamar a emergencias (112/061) y seguir sus instrucciones sin trasladar a la persona afectada en un vehículo particular.
Con cabeza sí, de cabeza no': la campaña de prevención de 2024
La campaña de prevención "Con cabeza sí, de cabeza no" lanzada por los fisioterapeutas busca concienciar sobre los peligros de las zambullidas imprudentes y promover prácticas seguras en el agua.
La mayoría de las lesiones medulares por zambullidas se pueden prevenir siguiendo estas recomendaciones y adoptando una actitud responsable y precavida al disfrutar de actividades acuáticas.
Añadir nuevo comentario