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Un niño de once años afectado de cáncer llamado Joel Shaw ha impresionado a todo el mundo cuando el equipo médico le informó de que su enfermedad se encontraba en fase terminal y que perdería la lucha contra el cáncer.
Dave, su padre, explica: "Joel preguntó directamente al médico si moriría, y cuándo el facultativo dijo 'sí', el niño le dio la mano y le dijo: 'Te has esforzado todo el que has podido'"."Su valentía fue sorprendente. Habló mucho sobre su madre los días previos a su muerte. Sabía que la volvería a ver".
Julie, su madre, murió de asfixia en un accidente seis años antes que los médicos comunicaran el diagnóstico final al pequeño Joel. Curiosamente, el niño ha fallecido el mismo día que murió su madre seis años antes, lo cual ha sorprendido a todos.
Dave, el padre del niño, no cree en las casualidades. Cree que su difunta esposa, de tan sólo 34 años, ha planeado desde el cielo los últimos días de su hijo, y que ahora, "lo está cuidando". "Todo fue exactamente igual: sábado 8 de febrero, en un día tempestuoso y ventoso. No creo que la fecha y las circunstancias sean una coincidencia en absoluto", sentenció.
Una lucha hasta el final
"Vivió la vida a cien por hora, siempre sonriendo, siempre lleno de energía. Pensábamos que conseguiría mucho en la vida", dice Dave. Joel se sometió a una cirugía, seguida de 56 rondas de quimioterapia y radioterapia. Las pruebas mostraban que la enfermedad no tenía retroceso y el pequeño Joel se enfrentó de cara a la muerte.
El niño planeó una gran fiesta, aún sabiendo que iba a fallecer. Estaba contento porque creía que iba a volver a ver a su madre, así que el padre y los hermanos del pequeño celebraron la vida justo antes de su fallecimiento el pasado 8 de febrero.
Cáncer infantil
Según la Organización Mundial de la Salud, el término cáncer infantil generalmente se utiliza para designar distintos tipos de cáncer que pueden aparecer en los niños antes de cumplir los 15 años. El cáncer infantil es poco frecuente, pues representa entre un 0,5% y un 4,6% de la carga total de morbilidad por esta causa. Las tasas mundiales de incidencia oscilan entre 50 y 200 por cada millón de niños en las distintas partes del planeta.
Las características de la enfermedad en la niñez difieren considerablemente de las observadas en enfermos pertenecientes a otros grupos de edad. En general, la leucemia representa alrededor de una tercera parte de todos los cánceres infantiles. Los otros tumores malignos más comunes son los linfomas y los tumores del sistema nervioso central. Existen varios tipos tumorales que se dan casi exclusivamente en los niños, como los neuroblastomas, los nefroblastomas, los meduloblastomas y los retinoblastomas. En cambio, el cáncer de mama, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon y el cáncer anorrectal, que suelen afectar a los adultos, son extremadamente raros en los niños.
En los países de ingresos altos, aproximadamente el 80% de los niños con cáncer sobreviven durante cinco años o más después del diagnóstico. La mejoría de estos resultados ha dado lugar a un creciente número de supervivientes a largo plazo que necesitan tratamiento y atención complementarios. El pronóstico es bastante peor para los niños con cáncer de los países de ingresos bajos y medianos, y ello por varios factores, tales como: el diagnóstico tardío del cáncer, que conlleva niveles más bajos de eficacia de los tratamientos; las carencias de los hospitales, desprovistos de los medicamentos y suministros adecuados; el padecimiento de otras enfermedades en el paciente; y la falta de conocimientos sobre el cáncer entre los dispensadores de atención primaria. Además, los tratamientos quedan simplemente fuera del alcance de muchos padres de entornos de escasos recursos que tendrían que pagar los gastos médicos de su propio bolsillo.
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