Médicos del Mundo en contra de la trata de mujeres: “Yo no me llamo puta”

La organización no gubernamental Médicos del Mundo ha creado una campaña bajo el lema “Yo no me llamo puta” para acabar con la trata de mujeres y sobre todo para sacar a la luz las historias de muchas chicas que han sufrido acoso. Una campaña más allá de la simplicidad de la palabra “puta”.

“No es casualidad que haya 200 sinónimos de la palabra puta en el diccionario”

Directamente y sin tapujos, así ha querido la organización resaltar la cantidad de significados que giran en torno a una única palabra. “No es casualidad que haya 200 sinónimos de la palabra puta en el diccionario. El término se ha usado siempre para denigrar a las mujeres y se utiliza con especial desprecio para referirse a aquellas que se encuentran en el mundo de la prostitución”.

Además, insiste en el costumbrismo actual a la hora de utilizar esa palabra. “Pero ellas no son putas; putas son las circunstancias de precariedad, violencia y engaño que las llevan a esa situación”, recalca. Esta vez va un paso más allá, hace hincapié en las múltiples situaciones que ellas viven actualmente, y que van más allá de sus cuerpos.

Un Plan de Integración Laboral y Económica

El objetivo principal de la campaña es doble. Primeramente, se busca asegurar que las normas incorporan alternativas sociales y laborales reales para que en cualquier momento ellas puedan decir adiós a la prostitución. Por otro lado, se persigue combatir el estigma en cuanto a la prostitución y que sufren a diario.

Al igual que ONG o Médicos del Mundo, muchas otras organizaciones meten presión al Gobierno para que apruebe un Plan de Integración Laboral y Económica con el objetivo de ofrecer oportunidades reales a las mujeres dentro del mundo de la prostitución; modificar la Ley de Extranjería para aquellas que se encuentren en una situación irregular en cuanto a papeles, y crear programas de acompañamiento psicosocial y sociolaboral con dotación económica.

La ONG advierte: la prostitución tiene graves consecuencias tanto física como psicológicas

Según un seguimiento realizado por Feminicidio.net durante el periodo 2010-2019, 38 fueron asesinadas en la prostitución. Además, esa situación no queda ahí. La ONG explica detalladamente los daños que estas pueden llegar a experimentar en alguna etapa de su vida: “Las violencias ejercidas por quienes recurren al sexo de pago les provocan desde desgarros o infecciones genitales a lesiones por golpes”.

Estos datos coinciden con los extraídos en el año 2020 por Médicos del Mundo durante la investigación, el 97 % de las ocho mil personas atendidas eran mujeres y el 91,3 % migrantes, las cuales se ven obligadas a soportar situaciones de cuasi- explotación.

En cuanto a las emociones que experimentan quienes ejercen la profesión, son siempre negativas. Muchas sienten dolor, tristeza, desolación por abandonar a sus familias; llegan a un punto de humillación y vergüenza que permanecerá en ellas durante toda su vida. “Como organización sanitaria que somos, prevenir y paliar estos efectos perniciosos sobre la salud de miles de mujeres vulnerables es una de nuestras prioridades”, insiste.