La superficie del agujero de la capa de ozono sobre la Antártida llegó el pasado 28 de septiembre a su máximo anual con 22,4 millones de kilómetros cuadrados.
El calentamiento global intensifica el humo de los incendios, con el consiguiente peligro para la salud pública por la contaminación del aire, hasta el punto de que estuvo detrás de más de 12.500 muertes anuales en la década de 2010, cuando esa cifra era de 669 en la de 1960.
El informe de la ONU alerta que los residuos urbanos aumentarán significativamente. El movimiento "residuo cero" promueve reducir, reutilizar y reciclar para evitar la incineración y el vertido.
La OMM apunta que el informe lanza “una alerta roja ante el vertiginoso ritmo que el cambio climático ha adquirido en una sola generación, espoleado por la acumulación cada vez mayor de gases de efecto invernadero en la atmósfera”.