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España se sitúa en el octavo lugar entre los países de la Unión Europea con menor proporción de energía renovable en calefacción y refrigeración. En contraste, Suecia lidera tradicionalmente este ámbito, mientras que Irlanda mantiene la tasa más baja desde 2019.
Estos datos provienen de Eurostat, cuya serie histórica comienza en 2004, siendo 2023 el último año con información disponible para todos los países de la UE.
Crecimiento de las energías renovables en calefacción y refrigeración
La Directiva de 2023 sobre el fomento del uso de energías renovables establece que los Estados miembros deben incrementar su cuota media anual de energía renovable en calefacción y refrigeración al menos en 0,8 puntos entre 2021 y 2025, y en 1,1 puntos porcentuales de 2026 a 2030.
En 2023, la presencia de energía renovable en calefacción y refrigeración, que incluye sistemas como aires acondicionados y frigoríficos, continuó su tendencia al alza, alcanzando un máximo histórico con una media del 26,2 % en la UE, lo que representa un aumento de 1,2 puntos respecto al 25,0 % registrado en 2022.
Suecia lideró el ranking con un 67,1 %, seguida de Estonia con un 66,7 %, ambos países basando su producción en biomasa y bombas de calor. Letonia, que también depende mayoritariamente de la biomasa, ocupó el tercer puesto con un 61,4 %. Detrás se situaron Finlandia (61,3 %), Dinamarca (54,9 %) y Lituania (53,6 %). Estos seis países del norte de Europa fueron los únicos en superar el 50 % en el uso de energías renovables en este sector.
España, en el puesto 20 de la UE
España ocupó la vigésima posición en el ranking, con un porcentaje del 21,5 % en el uso de energías renovables para calefacción y refrigeración. Este dato la sitúa por delante de varios países europeos, como Irlanda, que registró un 7,9 %; los Países Bajos, con un 10,2 %; Bélgica, con un 11,3 %; Luxemburgo, con un 15,5 %; Alemania, con un 17,1 %; Eslovaquia, con un 18,8 %; y Polonia, con un 20,4 %.
En comparación con el año 2022, los países que experimentaron los mayores aumentos en este ámbito fueron Austria, con un incremento de 8,1 puntos porcentuales; Malta, con 7,5 puntos más; y Grecia, con un aumento de 4,9 puntos. En el extremo opuesto, las mayores reducciones se registraron en Suecia, con una caída de 2,7 puntos porcentuales; Polonia, con un descenso de 2,2 puntos; y Eslovaquia, que redujo su porcentaje en 1,1 puntos. En el caso de España, se observó un incremento de 2,0 puntos porcentuales en comparación con el año anterior.
Crecimiento continuado
El consumo final bruto de energía renovable utilizada para calefacción y refrigeración dentro de la Unión Europea ha mostrado una tendencia ascendente a lo largo del tiempo. Este crecimiento ha sido impulsado, en gran medida, por la expansión del uso de la biomasa y la implementación de bombas de calor.
Entre los años 2014 y 2023, la proporción de energía procedente de fuentes renovables en el sector del sistema de climatización en la UE aumentó del 19,9 % al 26,2 %, lo que representa un incremento de 6,3 puntos porcentuales en este período.
En este contexto, la Directiva de 2023 sobre el fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables establece que los países miembros de la Unión Europea deben incrementar su porcentaje medio anual de energías renovables en calefacción y refrigeración. En concreto, el objetivo es lograr un aumento mínimo de 0,8 puntos porcentuales entre 2021 y 2025, mientras que para el período comprendido entre 2026 y 2030, la exigencia se eleva a un incremento mínimo de 1,1 puntos porcentuales anuales.
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