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Las primeras abejas evolucionaron desde el oeste del antiguo supercontinente Gondwana (actuales África y América del Sur) hace más de 120 millones de años y se diversificaron más rápido y se extendieron más de lo que se pensaba anteriormente.
Esa es la principal conclusión de un estudio elaborado por 16 investigadores de instituciones de Alemania, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Finlandia, Reino Unido o Suiza, y publicado en la revista ‘Current Biology’.
Ese estudio proporciona una nueva mejor estimación de cuándo y dónde evolucionaron estos insectos por primera vez al reconstruir su historia evolutiva, estimar su antigüedad e identificar su probable expansión geográfica alrededor del mundo.
Las abejas surgieron de un único supercontinente que incluía entonces África y América del Sur
Los resultados indican que su punto de origen estaba en el oeste de Gondwana, un antiguo supercontinente que en ese momento incluía los continentes actuales de África y América del Sur.
“Ha habido un rompecabezas de larga duración sobre el origen espacial de las abejas”, indica Silas Bossert, del Departamento de Entomología de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos), quien codirigió la investigación con Eduardo Almeida, de la Universidad de Sao Paulo (Brasil).
El equipo de Bossert y Almeida secuenció y comparó genes de más de 200 especies de abejas a partir de los rasgos de 185 fósiles de las especies diferentes, así como con especies extintas, con lo que desarrolló una historia evolutiva y modelos genealógicos para la distribución histórica de esos insectos, actualmente los polinizadores más importantes de las plantas con flores.
En lo que puede ser el estudio genómico más amplio de estos insectos hasta la fecha, analizaron de cientos a miles de genes a la vez para asegurarse de que las relaciones que infirieron fueran correctas.
"Esta es la primera vez que tenemos datos amplios a escala del genoma para las siete familias de esta especie", indica Elizabeth Murray, profesora asistente de entomología de la Universidad Estatal de Washington.
Investigaciones anteriores establecieron que las primeras abejas probablemente evolucionaron de avispas al pasar de depredadores a recolectores de néctar y polen. El nuevo estudio muestra que surgieron en regiones áridas del oeste de Gondwana durante el Cretácico temprano.
"Por primera vez, tenemos evidencia estadística de que estas especies polinizadoras se originaron en Gondwana", apunta Bossert, antes de añadir: "Ahora sabemos que las abejas son originalmente insectos del hemisferio sur".
Su rápido desplazamiento dio lugar a la flora única de las regiones tropicales del hemisferio occidental
Los investigadores encontraron evidencia de que, a medida que se formaban los nuevos continentes, estas polinizadoras antigüas se desplazaron hacia el norte, diversificándose y propagándose en asociación paralela con las angiospermas, las plantas con flores. Más tarde, colonizaron India y Australia.
Todas las principales familias de abejas parecieron separarse antes de los albores del período Terciario, hace 65 millones de años, la era en la que se extinguieron los dinosaurios.
Las regiones tropicales del hemisferio occidental tienen una flora excepcionalmente rica y esa diversidad puede deberse a su larga asociación con ellas, según los autores. Una cuarta parte de todas las plantas con flores pertenecen a la gran y diversa familia de las rosáceas, que constituyen una parte importante de las plantas hospedantes tropicales y templadas para las abejas.
“La gente está prestando más atención a la conservación de las abejas y está tratando de mantener vivas a estas especies donde están”, recalca Murray antes de concluir: “Este trabajo abre el camino para más estudios sobre el escenario histórico y ecológico”.
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